El Consejo de Administración de FGV, presidido por la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, ha aprobado este jueves "cambios importantes" en la composición del equipo directivo que afectan al organigrama de la empresa pública, que ha reducido el número de puestos de dirección en casi un 20 por ciento —al pasar de 33 a 27— y se han amortizado seis cargos de dirección. Además, se fusionan unidades ya que muchas de ellas tienen actualmente "objetivos similares".

Según ha informado la Generalitat en un comunicado, estos cambios, propuestos por la nueva gerencia de FGV, tienen como objetivo "mejorar las condiciones de seguridad en la circulación y el servicio, normalizar el clima laboral e impulsar una nueva imagen, tanto a nivel interno como externo de la empresa".

Respecto a la seguridad en la circulación, el informe presentado por el director gerente de FGV, Ángel García de la Bandera, señala que la empresa cuenta con una normativa, originaria de FEVE, y un Sistema de Gestión de Seguridad de la Circulación que ha integrado esta materia en todas las áreas productivas, coordinado por la Jefatura de Área de Seguridad en la Explotación, que pasa a tener carácter ejecutivo y no meramente consultivo como hasta ahora.

Para la nueva gerencia, esta situación es "preocupante" al "no existir un marco legislativo de referencia para la actividad de FGV", por lo que se considera "prioritario", como ha anunciado el Consell, "impulsar la aprobación de una Ley Ferroviaria y de una Ley de Seguridad en el transporte para el ámbito de la Comunitat Valenciana, iniciativas que mejorarán las condiciones de explotación de FGV". De hecho, tal y como ya apuntó la consellera, "después del accidente de metro, la Comunitat Valenciana tiene que ser un referente en materia de seguridad".

Por otra parte, se ha aprobado un nuevo procedimiento de adquisición de compras y contrataciones con el objetivo de ser "más transparentes y dar cumplimiento a la legislación vigente".

"gran desafección"

En cuanto al clima laboral, en el informe se apunta que el recorte de salarios y derechos, y la ejecución de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ha provocado una "gran desafección" entre la parte operativa de la empresa y el personal técnico y superior.

En este sentido, el director gerente ha anunciado que se iniciará en los próximos días la negociación de un nuevo convenio colectivo, vencido desde el 31 de diciembre de 2009. En esta negociación, se abordarán aspectos como la relación de puestos de trabajo y la definición de un nuevo sistema de clasificación profesional.

Sobre la percepción de la imagen interna y externa de FGV, para García de la Bandera existen "graves carencias" en el diálogo interno de la empresa, "falta transparencia" en la toma decisiones y los trabajadores "no se sienten comprometidos con las medidas del actual Plan Estratégico".

FGV ha anunciado que diseñarán acciones e iniciativas para mejorar el servicio y captar nuevos clientes dado que entiende que, externamente, la "mala gestión de la comunicación" con respecto a temas "tan sensibles" como el accidente de metro han provocado que FGV y sus marcas comerciales — Metrovalencia y TRAM de Alicante—, "no tengan una buena reputación". A ello suma, el "constante ambiente de conflictividad laboral", con "frecuentes huelgas y la escasez de medios técnicos y humanos destinada a la atención al cliente"