El administrador y propietario de una finca situado en el número 81 de la calle Rogent de Barcelona ha negado hoy en el juicio contra él que hiciera ´mobbing´ inmobiliario a la única vecina del edificio, una viuda de 70 años, para conseguir que se marche y poder así vender la finca.

La mujer es la única inquilina de la vivienda desde el año 2000.

El propietario ha declarado hoy como imputado en el Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona y, según han informado fuentes judiciales, "no contestó o negó" la mayoría de preguntas que le hicieron en relación a la denuncia por coacciones y por un delito contra la integridad moral que presentó contra él la afectada, Rosa T.

No hace reformas

En su denuncia, la viuda asegura que el propietario no realiza las obras de mantenimiento necesarias en el inmueble, una técnica que el hombre realiza presuntamente para deshacerse de la mujer.

El edificio en el que vive la anciana presenta, entre otros problemas, desprendimiento de fachada, goteras, grietas y vigas deterioradas por la oxidación.

Sin embargo no se considera que el edificio "no está en ruinas" sino que "tiene falta de mantenimiento" y los péritos dicen que se conserva "muy bien".

Un año sin agua

La inquilina no tiene agua desde noviembre de 2006 ya que el propietario no paga el suministro pese a estar incluido en el alquiler.

El imputado ha alegado al respecto que es la inquilina la que no le paga a él, aunque la mujer mantiene que ha seguido pagando la renta estipulada y que en 2000 tuvo que efectuar un pago para evitar el corte del suministro.

La primera reclamación administrativa presentada en el Ajuntament de Barcelona para solicitar que el propietario realizase las obras necesarias se remontan al año 1997 cuando el edificio ya estaba deteriorado.