Llega la 'Viagra femenina' entre la desconfianza de algunos médicos

  • La FDA ha permitido que la farmacéutica Sprout Pharmaceuticals ponga a la venta Addyi a partir del 17 de octubre.
  • Ha sido muy celebrada por las organizaciones feministas, a pesar de que genera desconfianza en parte de la comunidad médica.
  • El medicamento está pensado para ser administrado diariamente a mujeres premenopáusicas que sufran un desorden de 'anorexia sexual'.
  • Los efectos secundarios de Addyi son posibles desmayos y disminución de la presión arterial.
  • Hay médicos que creen que este medicamente es puro márketing porque trata una "enfermedad inventada".
Addyi, la viagra femenina de Sprout Pharmaceuticals.
Addyi, la viagra femenina de Sprout Pharmaceuticals.
GTRES
Addyi, la viagra femenina de Sprout Pharmaceuticals.

La aprobación en Estados Unidos de la comercialización de la 'Viagra femenina' ha sido muy celebrada por las organizaciones feministas, a pesar de que genera desconfianza en parte de la comunidad médica.

Tras varios meses de intenso debate, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA) aceptó este martes que la farmacéutica 'Sprout Pharmaceuticals' permita a partir del 17 de octubre la venta de la flibanserina, bajo el nombre comercial 'Addyi'.

Inmediatamente, asociaciones feministas como la Organización Nacional para las Mujeres (NOW) han aplaudido la decisión. Su presidenta, Terry O'Neill, ha celebrado que la FDA hubiese hecho "lo correcto" al aprobar el tratamiento médico.

"Las mujeres, no menos que los hombres, merecen tener experiencias sexuales satisfactorias y relaciones íntimas gratificantes", indicó O'Neill.

Este tipo de viagra femenina modifica tres sustancias químicas claves para el cerebro, aumentando la dopamina y la norepinefrina y disminuyendo la serotonina, lo que hace incrementar la líbido en las mujeres y su deseo sexual.

El medicamento está pensado para ser administrado diariamente a mujeres premenopáusicas que sufran un desorden de anorexia sexual, es decir, la pérdida repentina de cualquier deseo de practicar sexo.

En la comunidad científica la aprobación del fármaco no ha sido tan bien recibida como entre los colectivos feministas, puesto que son numerosos los médicos y farmacólogos que ponen en duda los efectos del medicamento y la propia naturaleza del supuesto desorden sexual.

Descnfianza por parte de algunos especialistas

"No existe una norma establecida científicamente para la actividad y deseos sexuales y no hay pruebas de que el desorden de deseo sexual hipoactivo (al que va dirigido Addyi) sea una condición médica", ha explicado Adriane Fugh-Bermansora, profesora asociada de Farmacología de la Universidad de Georgetown.

"El desorden de deseo sexual hipoactivo es un típico ejemplo de un problema que fue patrocinado por la industria para preparar el mercado para un tratamiento específico", añadió la doctora.

Fugh-Berman publicó en junio junto a dos compañeras, Antonie Meixel y Elena Yanchar, un artículo en el Journal of Medical Ethics titulado "Desorden de deseo sexual hipoactivo: inventando una enfermedad para vender líbido".

En él, las investigadoras acusan al desorden de deseo sexual hipoactivo de formar parte de una técnica de márketing en la que las compañías desarrollan las enfermedades al mismo tiempo que las medicinas.

Algunas voces en la comunidad médica también han alertado sobre los posibles efectos secundarios, como la prestigiosa profesora de Psiquiatría de la Universidad de Nueva York Leonore Tiefer, quien contrapuso "los minúsculos beneficios" de la píldora al "muy grave horizonte de efectos secundarios".

Los efectos secundarios de 'Addyi' son posibles desmayos y disminución de la presión arterial, riesgos que aumentan con el consumo de alcohol y con el uso de otros medicamentos que interfieren con la descomposición de la flibanserina en el organismo.

Existe diversidad de opiniones entre los propios médicos. La ginecóloga y profesora de Yale, Mary Jane Minkin, ha dicho en una entrevista en la televisión pública estadounidense PBS que tiene intención de recetar Addyi a sus pacientes bajo las circunstancias apropiadas, puesto que considera que "hay que dar una oportunidad al medicamento".

Este jueves, dos días después de que la FDA aprobase la comercialización de la flibanserina, la multinacional farmacéutica canadiense Valeant ha anunciado un acuerdo para comprar por 1.000 millones de dólares (885,693 millones de euros) al fabricante de Addyi, Sprout Pharmaceuticals.

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