Efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado una organización de origen croata y etnia gitana especializada en delitos contra el patrimonio y la asociación ilícita, que operaba desde hacía cuatro meses en todo el territorio nacional.
La investigación se iniciaba en el mes de mayo a instancias de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría Provincial de Cádiz, a raíz de una oleada de robos perpetrados en las localidades de Cádiz y Jerez.
Según informaron hoy fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Cádiz, el dispositivo se cerraba el pasado día 26, cuando los detenidos se encontraban preparando nuevos asaltos en la zona de Sotogrande, (también en la provincia de Cádiz).
El balance provisional es de ocho imputados con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años y un amplio historial delictivo. Según las mismas fuentes, pertenecían a varios clanes familiares, "altamente itinerantes", que se desplazaban en autocaravanas, variando permanentemente sus asentamientos con el fin de evitar el control policial y cambiar las zonas de actuación.
El grupo operaba a nivel nacional, aunque tenía ámbito y conexiones de carácter internacional ya que se ha confirmado que contaba con infraestructura en otros países, como Italia, donde desarrollaban la misma actividad.
Método de "el resbalón"
El modus operandi de la organización consistía en el denominado procedimiento del resbalón. Es decir, no dejaban indicio alguno de forzamiento en puertas ni ventanas y los asaltos se perpetraban sin que hubiera en ese momento ningún morador en el interior de la vivienda.
Este detalle, -muy característico de los grupos delictivos de nacionalidad croata-, llevó a la Policía a determinar que se trataba de una "asociación ilícita, perfectamente organizada, jerarquizada, con un alto nivel económico, con ausencia de cualquier medio de vida legal y con la única finalidad de cometer delitos".
Altamente organizados
Cuatro de los detenidos, que han sido identificados como Dólar D., Jaco R., Marko R y Gianni S., asumían la función de "marcación de objetivos". Es decir, decidían los domicilios en los que se actuaba y vigilaban el lugar mientras se cometían los robos. Luego se encargaban de guardar los efectos sustraídos en "compartimentos debidamente camuflados de los vehículos".
Las encargadas de efectuar los robos eran mujeres, "que pasan más desapercibidas". Entre ellas, Jasmina S., Silvana J., Iva R., y Sabrina S.
La Policía ha realizado cuatro registros domiciliarios en los que han sido intervenidas 282 piezas de joyería, 14 bolsos de diversas marcas, 15 aparatos electrónicos (televisiones, DVDs, consolas...) y seis vehículos.
Además, se ha intervenido dinero en metálico en diferente moneda. Concretamente 30.500 euros, 1.700 dólares y 12.000 yuan.
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