La organización agraria Asaja en Córdoba ha solicitado a la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía que gestione una autorización de la Comisión Europea (CE) para poder quemar rastrojos de maíz, después de que las demandas de Asaja ya hayan permitido la quema controlada de restos de cosecha de girasol y algodón, todo ello tras "la nueva normativa de condicionalidad, publicada en Andalucía en el mes de junio, que prohibía la quema de restos de rastrojo salvo en arroz, cultivos herbáceos y de poda de cultivos leñosos".

Según informa la organización agraria, la quema de rastrojos de maíz "ha sido permitida hasta la campaña pasada y el cultivo lo requiere como medio de luchar contra plagas y enfermedades", de manera que, inmersos en plena cosecha del cultivo de maíz, Asaja pide a la Consejería que haga "todas las gestiones posibles" con el Ministerio y la Comisión Europea para que se permita quemar dicho rastrojo.

Al respecto, los técnicos de Asaja apuntan que "el cultivo del maíz es uno de los más afectados por plagas y enfermedades, las cuales afectan en su mayoría a la raíz y tallos, que son las partes que quedan adheridas al terreno", por lo que es "imprescindible" la quema del rastrojo, defienden.

Además, señalan que "a esto hay que añadir el sobrecoste que supondría quemar únicamente los restos de cosecha, no solo económico sino también medioambiental, al tener que usar maquinaria específica incrementando el uso de gasoil, entre otros recursos".