Un vecino encontraba este miércoles por la tarde los cuerpos sin vida de Laura del Hoyo y Marina Okarynska en el nacimiento del río Huécar, en la localidad de Palomera (Cuenca), pero la Policía sigue el rastro de Sergio Morate, el exnovio de Marina y la última persona que las vio con vida.

Las dos jóvenes permanecían desaparecidas de sus casas desde el pasado 6 de agosto, día en el que Laura decidió acompañar a su amiga Marina a recoger sus pertenencias a casa de su ex, Sergio Morate. Las familias de ambas jóvenes denunciaron enseguida que las chicas no se habían fugado de forma voluntaria, una hipótesis que dejó clara el hallazgo del coche de Laura, con sus objetos personales, como la medicación que tomaba por un problema cardiaco, en el interior.

Las pesquisas de la Policía, tanto local, como nacional e incluso internacional, se han centrado en seguir la pista del joven Morate. Durante la tarde de este miércoles varios agentes e incluso un buzo han registrado diferentes inmuebles de la familia del principal sospechoso de la muerte de las dos jóvenes, hasta la fecha sin éxito.

Morate tiene abiertos perfiles en las redes sociales, donde se le ve musculado de gimnasio y con pocas relaciones sociales. Al parecer, se dedicaba a ayudar en el negocio familiar de venta de muebles. Distintos medios de comunicación han informado estos días sobre los antecedentes judiciales de Morate, uno de ellos por secuestro de una mujer con la que había mantenido una relación. Sobre el caso pesa el secreto judicial.