El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, ha esgrimido este martes que la subida en más de 430 millones de euros en el techo de gasto de la Xunta para 2016, hasta los 8.873 millones de euros, permitirá trasladar "a las familias y a las empresas" la "recuperación económica" que indican las cifras macroeconómicas.

Sin embargo, la oposición, que ha votado en bloque en contra de esta limitación del gasto para las cuentas del año próximo en una sesión plenaria extraordinaria, ha considerado que el aumento de los fondos disponibles es "insuficiente" para paliar las dificultades que atraviesan los ciudadanos gallegos.

En su comparecencia ante la Cámara, el titular de Facenda ha aseverado que el "aumento significativo" del techo de gasto para el año 2016 conllevará "una rebaja impositiva mucho más intensa" junto con un "refuerzo" de los servicios públicos y la "devolución" a los empleados públicos de los "esfuerzos" realizados durante la crisis.

De igual modo, ha comprometido que habrá "medidas" que permitan "trasladar la recuperación económica a familias y empresas", al tiempo que se seguirá "reduciendo el déficit de manera constante" y se mantendrá "una ratio de endeudamiento sensiblemente inferior a la media de las comunidades".

"Fuimos responsables durante la crisis y seguiremos siéndolo durante la recuperación económica", ha proclamado Martínez, para quien 2016 será "mejor" que 2015, al igual que el vigente ejercicio está siendo "mejor" que el año anterior. De hecho, su previsión es que Galicia crezca un 2,4 por ciento el año próximo y que el paro baje 1,8 puntos.

"INSUFICIENTE"

No obstante, la oposición ha ofrecido una visión distinta de la situación tras cuestionar, de inicio, las previsiones de crecimiento de la Xunta. "Sería la primera vez que acierta", ha sostenido el diputado socialista Juan Carlos González Santín, quien ha recordado que en años precedentes esperaba "crecer más" que España pero está "a la cola" de las autonomías.

Dicho esto, ha indicado que le "agrada" la subida en el techo de gasto, pero ha juzgado que es "insuficiente" para "los retos que tiene Galicia por delante" tras "seis años de presupuestos restrictivos" que derivaron en recortes en los servicios públicos.

Es por ello que, con la vista puesta en la elaboración de los presupuestos, el diputado del PSdeG ha pedido al Gobierno autonómico que "reflexione" y tenga en cuenta las condiciones "tremendamente injustas y precarias" que sufren muchos gallegos.

Por su parte, la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, ha censurado la política de "dumping social" del PP, cuyo "fundamentalismo neoliberal" conduce al "empobrecimiento del país" en la procura del "déficit cero".

Esta forma de actuar como "vasallos de la banca y de Alemania", a su juicio, lleva a que Galicia sea "la primera comunidad por la cola" del crecimiento mientras "pierde afiliados" a la Seguridad Social y población "a un ritmo galopante" y existe "un 20 por ciento" de trabajadores que son "pobres" pese a tener un salario.

En la misma línea, el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, ha censurado que la Xunta pretenda "vender 400 millones de euros más" cuando "los recortes en la era Feijóo ascienden a 10.000 millones de euros", de modo que ha formulado "una pregunta inocente" en relación a si la subida del año próximo guarda relación con que será "año electoral".

Adicionalmente, ha admitido que Galicia está "a la cabeza en el control del déficit" pero ha subrayado que está "a la cola del crecimiento". "Y con sus políticas seguiremos por el mismo camino", ha pronosticado, y con esa idea ha coincidido Consuelo Martínez, del Grupo Mixto.

"CATASTROFISMO"

Enfrente, Pedro Puy (PPdeG) ha cuestionado el "catastrofismo" de la oposición en lo relativo a la situación económica de Galicia, tal y como demuestra, ha ejemplificado, la reducción del desempleo publicada este mismo martes.

Así, ha incidido en la idea de que el mayor techo de gasto para 2016 permitirá a la Xunta tener más recursos para los servicios públicos, para devolver lo retirado a los funcionarios y para "políticas activas de impulso de la economía gallega" enfocadas a que "la recuperación se traslade a todos los ciudadanos".

Por tanto, el dirigente popular ha dicho que le "alegra" que el Ejecutivo autonómico tenga "más margen" para "una política económica expansiva" que permita que Galicia se recupere "definitivamente" de la crisis.

"SUMISIÓN"

En el debate sobre el techo de gasto también se han colado referencias a la postura de la Xunta en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), "sumisión absoluta" al Estado que Yolanda Díaz ha considerado "lamentable". De hecho, ya ha avanzado que los partidos de su misma órbita derogarán el techo de gasto en caso de llegar a La Moncloa y a San Caetano.

También Jorquera ha hablado de "sumisión" y ha denunciado la "auténtica tomadura de pelo" de "presentar a Madrid como gran contribuyente y a Galicia como receptora de su solidaridad", cuando "el Estado recauda en Galicia mucho más de lo que transfiere".

González Santín, por su banda, ha advertido que Galicia sale "doblemente perjudicada" por "haberse apretado el cinturón", pues el Gobierno "no tiene en cuenta" el "esfuerzo" hecho en esta autonomía y que otras no han cumplido sus objetivos de déficit. Dicho esto, ha dejado claro que el debate no ha de ser "el déficit" sino "las necesidades de los gallegos".

Ante las críticas, Puy Fraga ha rechazado debatir sobre "balanzas fiscales" con el nacionalista desde el convencimiento de que todas recogen "un déficit en la Seguridad Social de 4.000 millones de euros" en Galicia; y ha replicado a Díaz confrontando la situación de la comunidad con la que atraviesa Grecia.

"Nosotros no ayudamos a la banca, sino a los depositantes de la banca para que puedan seguir sacando su dinero", ha concretado, entre alusiones a "las colas de jubilados" ante los cajeros en el país heleno "para sacar 50 euros".

Y, tras ironizar con que Alternativa pinta Galicia como si fuese "Japón tras la bomba de Hiroshima", ha respondido a Santín que esta comunidad recibe del Estado una inversión que habría considerado "ideal" si su partido gobernase España, del siete por ciento.