Los veranos calurosos en España serán cada vez más frecuentes

  • Muchos observatorios meteorológicos de la red principal española han alcanzado sus récords absolutos de máximas para julio.
  • España es hoy en día más susceptible que hace 50 años de padecer olas de calor.
  • Las temperaturas españolas en dos décadas podrían generalizarse por encima de los 40 grados.
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Unas personas se refrescan en una fuente pública de Huelva donde persiste el calor con temperaturas de 40 grados.
Unas personas se refrescan en una fuente pública de Huelva donde persiste el calor con temperaturas de 40 grados.

EFE
Unas personas se refrescan en una fuente pública de Huelva donde persiste el calor con temperaturas de 40 grados.

La climatología está cambiando y los expertos vaticinan que el prototipo de verano en España, dentro de dos décadas, podría normalizarse en temperaturas de calor intenso como las de este julio (máximas por encima de los 40 grados durante 15 días consecutivos y mínimas muy altas).

Según Javier Martín-Vide, climatólogo y catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, la Península es hoy en día más susceptible que hace 50 años de padecer olas de calor, y ha explicado que el aumento de las noches con valores por encima de los 25 grados es una señal clara del incremento de la probabilidad de veranos muy calurosos.

También ha aclarado que, en climatología, el término 'noches tropicales' identifica a aquellas en las que las temperaturas quedan por encima de los 20 grados, y que este "tipo de noches continuarán aumentando de manera progresiva en los próximos años".

Por ejemplo, Barcelona y Valencia son ciudades mediterráneas en las que durante 40 o 60 jornadas al año el valor mínimo nocturno permanecía alrededor de los 20 grados, pero ahora esta puntuación va en aumento.

Durante este mes, muchas ciudades españolas, ya sea cercanas al Mediterráneo o del interior,  han vivido varias noches "infernales" (con mínimas por encima de los 25 grados,  constatando intensas olas de calor).

Otro indicador que reitera la idea de veranos calurosos es el número de días en los que la temperatura máxima sobrepasa los 25 grados. Muchos observatorios meteorológicos de la red principal española han alcanzado sus récords absolutos de máximas para julio durante las primeras semanas del mes.

La Agencia de Meteorología (Aemet) ya anunció en junio que el verano de 2015 sería más caluroso de lo normal, mientras que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que la duración, la frecuencia y la intensidad de las olas de calor aumentarán a lo largo de este siglo.

Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) avanzó en su último comunicado que la ola de calor sufrida este verano en gran parte de Europa y España ha sido una de las "más inusual y largas de la última década”.

El climatólogo Javier Martín-Vide ha comparado esta ola de calor con la de 2003, cuando España y Europa occidental padecieron un episodio de calor intenso.

Ésta fue la más destacada en todo el territorio español desde 1975, extendiéndose durante 16 días (30 de julio-14 de agosto) a 28 provincias. Su excepcionalidad se analizó como señal del calentamiento global, aun sabiendo que de un solo episodio meteorológico, por intenso que sea, no puede establecerse una relación causa-efecto con el cambio climático.

La conclusión que se obtiene es que veranos como el de 2003 y el de 2015 serán cada vez más frecuentes, ya que si se estudia un conjunto amplio de series de temperaturas que arrancan en el siglo XIX y abarcan extensas áreas de la Tierra, se puede observar que la temperatura se ha elevado globalmente cerca de un grado.

"Se puede hablar de un calentamiento global reciente, a partir de datos contrastados, en donde es evidente la actividad del hombre", señala.

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