Los refuerzos policiales enviados por el Ministerio francés del Interior calmaron levemente la situación en la entrada francesa del túnel ferroviario que lleva al Reino Unido bajo el canal de la Mancha, donde centenares de inmigrantes trataron de invadirlo por tercera noche consecutiva.

Los agentes, reforzados por los 120 efectivos que anunció la víspera el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, procedieron a unos 300 arrestos durante la noche.

Pero su número de intentos de paso, según las cifras oficiales, fue inferior, de unos 800, frente a los 2.000 del pasado lunes, la noche más movida en la ciudad de Calais, a cuyas afueras se sitúan las instalaciones de la empresa concesionaria del Eurotunnel.

Es el lugar que en los últimos días han elegido centenares de inmigrantes para tratar de pasar, montados de forma clandestina en camiones, hasta el Reino Unido.

Una maniobra que se ha revelado peligrosa y que en la noche del lunes provocó que un inmigrante fuera atropellado por el vehículo al que pretendía montar, lo que le causó la muerte, la novena en los últimos dos meses.

Los sindicatos policiales se han mostrado satisfechos con el refuerzo, que ha permitido "calmar" la situación y "mejorar las condiciones de seguridad de los funcionarios que trabajan en las instalaciones del túnel", indicó el portavoz de SGC Police, Gilles Debauv.

Sin embargo, considera que la labor "es compleja" porque "la valla está agujereada por numerosos sitios", lo que hace muy difícil evitar las entradas.

En el campamento improvisado en las afueras de Calais, la situación sanitaria es "preocupante", según indican organizaciones humanitarias que trabajan en el mismo.

"No sabemos muy bien cuántos inmigrantes hay, las cifras son muy poco fiables. Cuando se habla de 2.000 intentos de entrada en el túnel no quiere decir que haya tantos inmigrantes, muchos lo pueden haber intentado en más de una ocasión", afirmó a Efe el responsable de Asilo de la ONG Cimade, Gérard Sadik.

Los inmigrantes se hacinan en torno al centro Jules Ferry, una antigua instalación escolar que durante años se ha convertido en lugar de acogida de indocumentados a las afueras de Calais.

Tradicionalmente, los inmigrantes tratan de pasar al Reino Unido en los camiones que atraviesan el canal de la Mancha en ferry.

Pero las autoridades han reforzado la seguridad en el puerto y, además, hay menos barcos que zarpan a consecuencia de las dificultades que atraviesa la empresa MyFerryLink, paralizada por problemas económicos.

Las organizaciones que trabajan con los inmigrantes no creen que la situación en Calais sea nueva, aunque reconocen que es "más espectacular y mediática".

Lo que sucede, a su juicio, es que estas tentativas masivas de paso "no están organizadas por las redes clandestinas, sino por los inmigrantes de forma espontánea", lo que hace que sean "más desorganizadas".

"Cuando son las redes las que actúan lo hacen de forma más discreta. De hecho, según las cifras de entradas en el Reino Unido, hay una gran parte de chinos y de vietnamitas a quienes no se ve en los campamentos de Calais. Estimamos que sus redes están mejor organizadas", indicó Sadik.

En los últimos días, las autoridades francesas y Eurotunnel se han acusado mutuamente de no hacer lo suficiente para evitar la entrada de inmigrantes en las instalaciones, pero han acordado reunirse para identificar los cambios necesarios en las infraestructuras.

Para Sadik, se trata de "un juego entre ellos para saber quién tiene que pagar la seguridad", aunque, en su opinión, la solución podría llegar si hubiera "un sistema organizado a nivel europeo de asilo".

El primer ministro británico, David Cameron, aseguró hoy desde Vietnam que protegerá al Reino Unido de "la plaga" de inmigrantes que quiere entrar en el país y advirtió a estos inmigrantes sin papeles que "no encontrarán refugio" en su país.

"Tenemos que proteger nuestras fronteras trabajando conjuntamente con nuestros vecinos franceses, y eso es exactamente lo que hacemos", aseguró Cameron, que prometió hacer "todo lo posible" para que, pese a los problemas en Calais, los veraneantes británicos "puedan salir de vacaciones".