La faceta oculta como pintor del vanguardista del arte tecnológico László Moholy-Nagy

  • Muestran los cuadros del gran fotógrafo de la Bauhaus que fue pionero en la 'manipulación de la luz' y las relaciones generativas entre tecnología y arte.
  • Al igual que en su obra fotográfica, Moholy-Nagy (1895-1946) defendía que la pintura debía ser un camino para mostrar 'la forma de lo que vendrá'.
  • Aunque era un ferviente patrón de la defensa de los avances tecnológicos, terminó admitiendo que esclavizan al artista, que puede ser 'soberano con unos pinceles'.
Óleo sobre lienzo de los inicios de la carrera de Moholy-Nagy
Óleo sobre lienzo de los inicios de la carrera de Moholy-Nagy
Smith College Museum of Art, Gift of Sibyl Moholy-Nagy
Óleo sobre lienzo de los inicios de la carrera de Moholy-Nagy

"Los iletrados del futuro serán las personas que ignoren cómo usar tanto una cámara como un bolígrafo". La profecía de Laszlo Moholy-Nagy (1895-1946), uno de los artistas más avanzados de la primera mitad del siglo XX, parece adecuada para hoy en día, cuando es universal el uso de los ingenios digitales de bolsillo que permiten hacer fotos, esbozar dibujos, grabar imágenes en movimiento, escribir y otras cuantas decenas de actividades más.

Nacido en Hungría, asociado al cuerpo docente de la Bauhaus, la escuela alemana que pretendía convertir el diseño y el arte, desplazándalos de su carácter sagrado y académico, en disciplinas artesanales que facilitasen la vida diaria, y promotor pionero de la manipulación de la luz en la fotografía y de las relaciones generativas entre la creación y la tecnología, Moholy-Nagy fue también un activo y excelente pintor, faceta que a menudo permanece disimulada por su obra con la imagen impresa, los fotogramas y las esculturas cinéticas con movimiento.

'El uso de las máquinas'

La exposición The Paintings of Moholy-Nagy: The Shape of Things to Come (La pintura de Moholy-Nagy: la forma de lo que vendrá), hasta el 27 de septiembre en el Museo de Arte de Santa Bárbara (California-EE UU), es una rara oportunidad para cotejar las obras sobre lienzo y papel del polifacético artista, uno de los grandes vanguardistas europeos obligados por la persecución del nazismo a tomar la opción del exilio —vivió en el Reino Unido y luego en los EE UU, donde murió a consecuencia de una leucemia—. La antología es la primera que se ocupa de la pintura de quien paradójicamente consideraba que el espíritu del siglo XX era "el uso de las máquinas".

De las 33 obras que muestra el museo californiano las más tempranas son de 1920 y fueron pintadas en Berlín tres años antes de que Moholy-Nagy participara en la fundación de la Bauhaus. La mayoría, sin embargo, pertenecen a los últimos años de vida del artista, cuando había descreído en parte de los postulados sobre la "perfección" de los avances tecnológicos para terminar admitiendo que la dependencia de las máquinas puede esclavizar al artista. "Me siento soberano y libre con unos tubos de pintura y unos pinceles", declaró en esta época.

El primer constructivista

La exposición de obras sobre papel y lienzo muestran un poso constructivista —Moholy fue uno de los primeros en explorar el dinamismo del cuerpo mecánico, años antes que el ingeniero visual soviético Aleksandr Ródchenko— que es sincrónico con las piezas en movimiento que le habían dado fama, como Light Prop for an Electric Stage (1929-1930), una escultura de la que se muestra una réplica y que juega con las proyecciones de luz y los desplazamientos de piezas metálicas abstractas y agujereadas que actúan como refractoras y consiguen convertir la iluminación en un elemento vivo y coreográfico.

En las pinturas, sin embargo, también es posible adivinar la melancolía de un creador que vio como sus postulados caían despedazados por la Gran Depresión de 1929 y, sobre todo, la II Guerra Mundial, que convirtió a la máquina en un enemigo mortal de la raza humana. Hasta entonces había creído que la abstracción pura y la tecnología al servicio del arte podrían ayudar a construir un mundo nuevo y pacífico.

Complementan el recorrido proyecciones de vídeo, esculturas de luz, una instalación de doce imágenes luminosas y de varios de los fotogramas con los que Moholy experimentó a partir de 1922: proyecciones sobre negativos fotográficos de objetos de uso diario para lograr perfiles fantasmagóricos y cautivadores. Los visitantes a la muestra pueden crear sus propios fotogramas mediante una aplicación informática. Los resultados son compartidos en un stream de Flickr.

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