Es difícil saber con exactitud «cuántas han sido» en lo que va de año, explica Carlos Pérez, secretario general de la Agencia Gallega de Gestores Inmobiliarios (AGGI). «No hay una base de datos actualizada que tenga cierto rigor», dice.

De hecho, ni siquiera el Registro Mercantil de la Cámara de Comercio de Vigo fue capaz de dar una cifra concreta a este periódico. Sin embargo, «vas por la calle y compruebas que hay negocios con apenas seis meses de vida que ya han cerrado», dice Cándido Rial, presidente de los comerciantes de la zona centro. Un caso concreto sería el de la inmobiliaria Baires, que se encontraba en Gran Vía número 13 y que tuvo que cerrar el negocio.

«En el fondo, es algo normal», explica Pérez. En 2002 se liberalizó el mercado inmobiliario y hubo un auge en la construcción que provocó que todas las viviendas que salían al mercado se vendieran.

Esas agencias surgieron con una cartera de clientes muy amplia, pero ahora, que los tiempos de venta son cada vez mayores (un año, en algunos casos), bajan sus ingresos y empiezan los problemas. El responsable de la AGGI cree que si no mejoran las cosas, a medio plazo «sólo los grandes grupos inmobiliarios y los que llevan más tiempo en esto sobrevivirán».

La paralización del PXOM también influye, según Pérez. «Al faltar viviendas nuevas y habiendo pisos de segunda mano que valen lo mismo que los recién construidos, la parálisis puede continuar», concluye.

El doble de negocios

Precisamente desde 2002, el número de agencias inmobiliarias en la ciudad se ha duplicado, pasando de 450 a 1.000, según los datos del Instituto Galego de Estadística.

La liberalización del sector hizo que cualquier persona con un presupuesto aceptable pudiera abrir una, ya que hasta entonces sólo aquellos que conseguían el título del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria podían hacerlo.

Ahora, algunas de esas 1.000 están en peligro. Aparte de los problemas citados anteriormente, un reciente estudio del Observatorio Inmobiliario de la Asociación Caixa Galicia demuestra que en Vigo ya se tarda lo mismo en vender una vivienda nueva que una de segunda mano.

¿Tienes tu propio piso o prefieres alquilar?

Cristina. Publicista

Esta joven no se lo pensó cuando supo que se quedaría en Vigo por motivos de trabajo: «La verdad es que encontré una ganga para tal y como está el mercado hoy: un piso de 115 m2 por 126.000 euros, y entonces decidí invertir parte de mi sueldo en él, en vez de gastarlo pagando un alquiler durante todo este tiempo».

Sebastián. Account Manager

Que lo de comprarse un piso está complicado lo sabe bien este chico que sufre en Suiza lo mismo que cualquiera que busque casa en Vigo. «Me trasladé a Suiza para trabajar y vivo de alquiler. Allí casi todo el mundo lo hace porque las viviendas son realmente caras. No obstante, si pudiera tener mi propio piso no dudaría en comprar».

Juan. Administrativo

También hay quien decide no comprar por sus convicciones personales. Este joven explica que prefiere vivir de alquiler: «Me parece un desmadre todo lo que está pasando con el mercado inmobiliario. Si vives de alquiler al final estás gastando lo mismo que si compras una casa». Como Juan, hay mucha gente que prefiere pagar su renta al mes en vez de hacer frente a una hipoteca.