Los concejales del PPC en el Ayuntamiento de Barcelona han colocado una foto del rey Felipe VI en la sala de plenos del consistorio, donde hasta el jueves había un busto de su padre, Juan Carlos I, y que fue retirado por el gobierno municipal.

Lo han hecho con el presidente del grupo, Alberto Fernández Díaz, al frente, y minutos antes de que empezara el pleno en señal de protesta por la retirada del busto del rey emérito. Sin embargo, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, ha retirado la fotografía poco después.

Tanto los populares como los ediles de Ciutadans han tachado la retirada del busto de "pantomima" y el PSC ha criticado la "unilateralidad" de la decisión. Muy crítico se mostró también su antecesor y líder municipal de CiU, Xavier Trias: "Está debajo de un retrato de Alfonso XIII y de la Reina Regente, que lo sepa. Igual lo tiene que quitar para quedarse descansada".

Por el contrario, tanto los republicanos como la CUP han felicitado a la alcaldesa, Ada Colau, por su decisión. El líder municipal de ERC, Alfred Bosch, ha celebrado "la limpieza a fondo de esta sala" y ha pedido extenderla al resto de la ciudad.

Josep Garganté (CUP) ha celebrado la retirada del busto del "viejo jefe de los torturadores", y ha pedido seguir haciendo limpieza, en sus palabras, de todos los símbolos monárquicos y también de la bandera española, tras lo que ha apostado por la desobediencia a las leyes que considera injustas.