La exposición 'Bastante sucia' agrupa las fotografías eróticas y críticas de Marilyn Minter

  • La polémica artista estadounidense explora el deseo, la sexualidad y el erotismo con imágenes de fuerte impacto que emulan el lenguaje publicitario.
  • La muestra cronológica 'Pretty Dirty' comprime más de tres décadas de carrera de una constructora de alucinaciones eróticas vistas con ojos de mujer.
  • Los temas de Minter, que se ha convertido en una celebridad, pueden resumise en uno: la frontera, a menudo difusa, entre glamour y pornografía.
Las fotos de Marylin Minter, según ella misma, son sobre un solo tema: la 'construcción del deseo'
Las fotos de Marylin Minter, según ella misma, son sobre un solo tema: la 'construcción del deseo'
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Las fotos de Marylin Minter, según ella misma, son sobre un solo tema: la 'construcción del deseo'

En ocasiones los títulos de las muestras de arte son la mejor declaración de intenciones. Es el caso de Pretty Dirty (Bastante sucia, pero también pordría traducirse como Bellamente sucia), un recorrido cronológico por los más de treinta años de carrera de Marilyn Minter (Shreveport-Louisiana, EE UU, 1948), una fotógrafa que, como ella misma afirma, sólo está interesada en un tema: la "construcción del deseo".

La exposición, hasta el 2 de agosto en el Museo de Arte Contemporaneo de Houston (Texas-EE UU) —luego viajará a la otra pinacoteca cooganizadora, el MCA de Denver (del 18 de septiembre al 31 de enero de 2016)—, quiere mostrar el camino de la autora desde sus primeros trabajos hasta la actualidad y probar la condición subversora de Minter en la fotografía contemporánea y, sobre todo, en la manera de tratar la sensualidad con una mirada cien por cien femenina.

Inhibiciones aún vigentes

Exploradora del erotismo, la pornografía y la sexualidad en varios soportes (fotografía, vídeo y pintura), los temas de Minter pueden resumirse en uno: la frontera, a menudo difusa, entre glamour, erotismo y pornografía. A la artista le gusta jugar con los mismos medios de la publicidad, convirtiendo el cuerpo en un spot, en un soporte de venta, pero dando  un paso más allá, para explorar las inhibiciones aún vigentes en relación con la sexualidad y el deseo.

Pretty Dirty se inicia con Coral Ridge Towers, que completó a los 21 años. La serie, un retrato íntimo y crudo de la madre toxicómana de la artista, fue alabada por la mítica Diane Arbus durante una visita a la facultad en la que estudiaba Minter por entonces y donde, por cierto, se sentía menospreciada e incomprendida por profesores y compañeros.

Guiños pornográficos

Establecida desde 1976 en Nueva York, Minter empezó a construir un lenguaje basado en la tentación sexual, los equívocos, el deseo y el difícil establecimiento de reglas morales cuando el mundo está plagado de mensajes audiovisuales donde el erotismo se lleva al límite y aprovecha los guiños pornográficos.

En la exposición de Houston se incluyen ejemplos de la serie Big Girls, Little Girls (1986, donde niñas preadolescentes se enfrentan a la imagen de un espejo distorsionado en el que aparecen reflejadas como símbolos sexuales como las voluptuosas Elizabeth Taylor y Jayne Mansfield sacándose la ropa.

La exploración de la estética de la cinematografía equis siguió con Porn Grid (1989), fotos manipuladas tomadas de películas explícitas. Minter fue tamizando esa radical visión y obtuvo una gran resonancia con una serie sobre la actriz Pamela Anderson, a la que desposeyó de cualquier artificio y retrató al desnudo, es decir, sin una pizca de maquillaje.

'Stilettos' manchados

Los stilettos de Dirty Heel (2008), tacones de aguja retratados en macro y manchados de tierra, barro y otras inmundicias, son un intento de emplear las mismas tácticas de la publicidad de moda que está dispuesta a utilizar en su beneficio el lado menos glamouroso de los productos para aprovechar el deseo de riesgo y las posibilidades emocionantes de la vida canalla. En el vídeo Smash (2014), los exclusivos zapatos de una modelo bailan a cámara lenta bajo la lluvia.

En Green Pink Caviar (2009) Minter muestra en en primerísimo primer plano los labios de mujeres jugando con la lengua  y la boca con elementos húmedos de clara resonancia sexual (gelatinas, cremas y otras golosinas). El proyecto fue elegido por Madonna para la escenografía multimedia de su gira mundial Sticky & Sweet (2009) y la fotógrafa se convirtió en una celebridad mundial que incluso ha diseñado tablas de skateborad.

"Desde el comienzo de su carrera, Minter ha visto envuelta en polémicas sobre la relación de su arte con el feminismo, la moda y las celebridades", dicen desde el museo texano, donde matizan que el perfil artístico de la creadora la obliga a "interesarse por las intersecciones culturales" y el riesgo de mostrar "los aspectos más arrogantes del estilo de vida de hoy". La obra de Minter no se debe entender como un simple "espejo de nuestra cultura", sino como una "interpretación astuta de nuestros impulsos más profundos, compulsiones y fantasías".

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