Pilar Jornet, de 32 años, es la veterinaria barcelonesa con Master en Primatología por la Universidad de Barcelona que desde 2011 dirige AAP Primadomus, un centro de rehabilitación de animales que han sido víctimas del tráfico ilegal. Después de un periodo de cuidados, son llevados a un nuevo hogar con la ayuda del centro.

Sus instalaciones se encuentran en Villena (Alicante) y se componen de un terreno de 20 hectáreas con ocho edificios para animales, cuatro para primates y uno para felinos. En el centro trabajan contratadas 21 personas, pero además nueve voluntarios ayudan con las tareas de cuidado de los animales.

AAP Primadomus es una delegación de AAP Holanda, ¿Por qué se decide instalarla en España y concretamente en Villena?

Todo empieza en 2001 cuando desde la asociación AAP, que ya lleva más de 40 años trabajando, vieron que el tráfico ilegal de especies amenazadas era un problema global. España, por la proximidad geográfica al norte de África, es la principal vía de entrada de animales exóticos a Europa y, por ello, al considerar abrir una segunda delegación, entendieron que resultaba más oportuno ubicarla en nuestro país como una forma más accesible de atajar la entrada y distribución de animales. En cuanto a Villena, una persona le recomendó a nuestro director general este lugar por la climatología y por la existencia de muchos terrenos disponibles.

Además de España, ¿qué otras vías de acceso hay en Europa?

El tráfico ilegal de animales se da por las vías por las que se realiza otro tipo de tráfico ilegal, por ejemplo de drogas, de armas, de personas… Sabemos que por Italia también hay entrada, pero el Estrecho de Gibraltar es el principal punto caliente.

¿Con qué animales se trafica en Europa?

En la mayoría de los casos, los mamíferos con los que se trafica son primates o grandes felinos, pero también otros animales como los osos, especialmente afectados por su uso para entretenimiento. El macaco de Berbería es la especie más traficada a nivel europeo. Las poblaciones de este primate son originarias de Marruecos y Argelia, próximos a nuestro país. Es por eso que lo normal es que su tráfico se realice a través de España.

¿Hay datos sobre el número de animales fruto de tráfico ilegal presentes en Europa?

Es muy difícil dar una cifra concreta porque es complicado hacer un recuento exhaustivo. Podemos hacernos una idea aproximada gracias al macaco de Berbería. En Europa hay entre 2.000 y 3.000 ejemplares traficados que aún están en situación irregular, en Argelia 3.000 y entre 5.000 y 8.000 en Marruecos. Hace 20 años se calculaban en 23.000 por lo que el declive ha sido muy fuerte.

¿Qué especies tenéis alberga el centro en estos momentos?

En la actualidad nosotros tenemos 82 primates de los que más de la mitad son macacos de Berbería, además de cuatro felinos.

Hay una lista de espera de animales decomisados por el Estado o por otros países Europeos para los que a día de hoy no tienen sitio en su centro. ¿Saben cuántos animales hay en esa lista y cuál es su situación? ¿Qué período de tiempo pueden estar en espera?

Hay una lista de espera europea de más de 600 animales que necesitan nuestra ayuda. Principalmente depende de la urgencia, solicitamos toda la información disponible y nos hacemos una idea del caso. Cuando tenemos un espacio libre en nuestras instalaciones lo notificamos a la autoridad competente y nos coordinamos con ellos para el traslado del animal.

¿Cuál es el estado en que suelen llegar estos animales a su centro y cómo valoran el proceso de adaptarse al nuevo entorno?

La mayoría de animales vienen con desajustes tanto físicos como psicológicos, nos llegan con  obesidad o muy delgados, también con problemas de dentición. Otra dificultad es que estos animales nunca han estado en contacto con otros de su misma especie. Cuando llegan, pasan un periodo de aislamiento, de primera atención para corregir las deficiencias fisiológicas. Tras ese periodo de adaptación entran en un periodo de socialización. Intentamos que se integren con otros animales, pero es un proceso que lleva mucho tiempo.

¿Cuál es vuestra posición respecto al uso de animales para entretenimiento y la posesión de estos animales como mascotas?

Trabajamos en el rescate de estos mamíferos exóticos, pero nuestro principal objetivo es terminar con las causas que provocan estos casos, terminar con el 'mascotismo', ya que estos animales exóticos no son aptos para tener como mascotas. Cuando los animales son pequeños son tiernos y manejables, pero al llegar a la edad adulta, muerden, destruyen cosas y acaban en jaulas recibiendo una dieta inadecuada. Queremos terminar con el tráfico ilegal de especies amenazadas porque está provocando la destrucción de las poblaciones en origen, y también nos posicionamos en contra del uso de animales exóticos en la industria del entretenimiento.

Cuentan con el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad mediante un acuerdo de colaboración ¿En qué consiste dicho acuerdo?

Nosotros somos el primer centro oficial CITES que existe en España. CITE es el convenio internacional de fauna y flora amenazada. Cualquier animal está categorizado por su índice de amenaza. Nosotros somos el centro de destino de los animales que decomisan. Lo primero que hacen es ejecutar una denuncia, esa denuncia pasa a aduanas, después pasa a CITES, que es quien denomina un centro como destino con personal especializado y recursos adecuados para mantenerlos.

¿Por qué con este ministerio y no con el de Medio Ambiente?

Porque es un problema de contrabando. Los animales son bienes traficados, por lo que forma parte de comercio ilegal.

Señalan en su política de trabajo que estos animales no pueden ser devueltos a su entorno natural, pero sí reubicados en “sitios de referencia”. ¿Qué características deben tener estos sitios?

Nosotros funcionamos como un reformatorio. Devolvemos a los animales la naturalidad que han perdido. Una vez recuperados, buscamos un hogar definitivo en lugares donde los puedan cuidar el resto de su vida con buenos estándares de bienestar. Esto significa que tendrán espacio, programas de enriquecimiento ambiental, instalaciones adecuadas a las necesidades biológicas de la especie y que mantendrán al grupo junto. Los centros, por tanto, donde se reubican las nuevas familias socializadas en AAP suelen ser otros santuarios, reservas de fauna y centros zoológicos.

No hace mucho han abierto sus puertas al público ¿Con qué criterios?

Nada de lo que hagamos irá en contra de la rehabilitación y bienestar de los animales. Las visitas que hacemos no son libres. Hacemos un grupo limitado de cinco visitas sábado y domingo en grupos de 20 personas. Hay un guía especializado que acompaña al grupo y explica lo que hacemos. Creemos que es muy importante concienciar a la población y ese es el motivo principal por el que hacemos estas visitas.

¿Cómo valora la política pública de gestión de casos de tráfico animal?

Nos remitimos a los resultados. Seguimos encontrando muchísimos animales que necesitan ayuda, eso significa probablemente que la legislación no es suficiente. En otros países son más estrictos, están prohibiendo los animales en circos. Hay países en los que se aplican las listas positivas de animales, listas que reflejan qué animales de compañía puedes tener. Estas listas son más interesantes que las listas negativas, que son las que reflejan los animales que no puedes tener, y, al estar continuamente descubriendo especies nuevas, no son eficaces por su poca exhaustividad. El proceso legislativo es lento porque tiene muchas etapas, nosotros tenemos esperanzas de que las intenciones son las oportunas, pero sería más eficaz tener una legislación más estricta.

¿Cómo se podría poner freno al tráfico animal?

La clave es una combinación entre concienciación pública, que la gente no compre animales que no son aptos para tener como mascotas; y un refuerzo en la legislación y las fronteras. También una legislación más estricta en cuanto al uso que se hace de las especies a nivel comercial en publicidad, circos…