La Comunidad de Madrid está viviendo el peor episodio de contaminación por ozono troposférico de su historia reciente. Desde hace cinco días, los madrileños respiran niveles nunca vistos de O3, un gas incoloro de olor acre que provoca irritación en ojos y mucosas y puede empeorar las afecciones respiratorias.

El brote comenzó el pasado sábado, 11 de julio, cuando 14 de las 23 estaciones de la red regional que miden este contaminante y las 14 que lo hacen en la red de la capital registraron valores por encima del valor objetivo para la protección de la salud humana, situado en 120 microgramos por metro cúbico (µg/m³) de media durante una hora, y superiores al nivel de advertencia a la población, establecido en 180 µg/m³ para el mismo período.

En ese punto, las autoridades sanitarias recomiendan que niños, deportistas, personas mayores y población de riesgo (asmáticos, personas con enfermedades respiratorias) eviten el ejercicio físico prolongado y el contacto con alérgenos.

La situación se ha prolongado, con altibajos, hasta las 0.00 horas de este jueves, cuando el fin de la segunda ola de calor de este verano permitió a la Consejería de Medio Ambiente anunciar que todas las estaciones se situaban por debajo de los valores críticos. A pesar de ello, el Ayuntamiento de Madrid recomendó el uso del transporte público debido a una masa de aire africano que puede provocar un aumento de las partículas en suspensión.

Durante estos cinco días, los sistemas públicos de calidad del aire han sufrido más de 220 superaciones del nivel del aviso, de acuerdo a los datos recopilados por Ecologistas en Acción. También se produjeron picos de polución el 27 y el 29 de junio y el 9 de julio.

Los madrileños más afectados han sido los residentes en Alcobendas, Coslada, Alcorcón, Morata de Tajuña y la zona del embalse de El Atazar, en el margen derecho de la A-1. También lo han sufrido, en menor medida, los vecinos del Corredor del Henares, Algete, Majadahonda, Colmenar Viejo, Valdemoro o Guadalix de la Sierra.

En Madrid capital, los peores datos han partido de las estaciones de la Casa de Campo, El Pardo, Ensanche de Vallecas, Farolillo (Carabanchel) y Barajas Pueblo. La estación de El Pardo llegó a los 236 µg/m³ durante la tarde del miércoles, quedándose a solo 4 puntos del umbral de alerta (240 µg/m3). A partir del mismo, el ozono provoca irritación de ojos, tos y dolor de cabeza a la población afectada, según el departamento ambiental de la Comunidad.

Juan García Vicente, profesor y portavoz de Ecologistas en Acción, subraya que hacía dos años que los aparatos no alcanzaban cifras similares, concretamente, el 7 de julio de 2013, cuando 13 de las estaciones de la capital colocaron sus indicadores en amarillo.

El 'ozono malo' se forma a altas temperaturas y bajo luz solar, por la interacción del oxígeno con las partículas que emiten los vehículos a motor a través de los tubos de escape y las industrias (óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles).

El gas ha afectado históricamente a las zonas periféricas de la Comunidad. El año pasado se instaló en la capital, como recogió 20minutos, y la situación no ha dejado de empeorar. Esta semana, su presencia se ha extendido hacia ciudades de Castilla-La Mancha como Toledo, Guadalajara y Azuqueca de Henares, por lo que Ecologistas reclama la aplicación de medidas correctoras inmediatas.

"Es preocupante que el Ayuntamiento no haya hecho nada al respecto. La concejal de Medio Ambiente, Inés Sabanés, nos llamó hace unos días, preocupada, pero aún no hemos visto ninguna acción, aparte de la de informar a la población. Tiene que buscar la complicidad con la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, porque estamos en julio y las carreteras están llenas todas las mañanas".

El PSOE también ha solicitado al Consistorio que tome una decisión, aunque sin concretar acciones más allá de que las estaciones que miden el ozono en la ciudad pasen de 14 a 21.

El programa electoral de Ahora Madrid es vago en cuanto a la exposición de soluciones concretas. El apartado 4.3.1. propone "un plan de acción inmediata" para reducir la contaminación, la mejora de la red de medidores, el fomento de los sectores productivos que generen bajas emisiones y un "pacto ciudadano" por la gestión del aire.

Inés Sabanés aun se ha pronunciado de forma específica sobre la posible restricción del tráfico rodado o la penalización a los conductores de los coches más contaminantes. Durante la comisión del ramo celebrada esta semana admitió, sin embargo, que el nuevo Plan de Calidad del Aire debe abordar "medidas valientes" y "seguramente impopulares".

El programa de Cristina Cifuentes para la Comunidad tampoco arroja novedades respecto al tráfico rodado o a reclamar al Ministerio de Fomento la construcción de los carriles bus-VAO en las autovías, una de las soluciones preferidas por los expertos en movilidad. El documento insiste, a cambio en la potenciación del transporte público y la reducción de sus emisiones.