Los impagos de cuotas en las comunidades de vecinos van a más en la Comunitat Valenciana, lo que dificulta enormente tanto el mantenimiento mínimo de los edificios y zonas comunes como las inversiones para reparaciones estructurales o rehabilitaciones.

El incremento de la morosidad es especialmente preocupante y sangrante en el caso de las entidades bancarias, con multitud de pisos en propiedad.

Así, según los datos presentados ayer por el Colegio de Administradores  de Valencia y Castellón, la deuda de los bancos con las comunidades de vecinos creció el año pasado un 27% en la Comunitat Valenciana, al pasar de 37 a 47 millones de euros. El incremento medio a nivel estatal fue del 30,8%.

Al respecto, José Sales, presidente de la entidad, achacó este incremento al cada vez mayor número de inmuebles que las entidades tienen en propiedad como consecuencia de desahucios y exigió a los bancos, "la mayoría de ellos con beneficios", mayor celeridad en los pagos, puesto que en muchos casos los retrasos "ahogan a las comunidades".

A nivel global, la deuda de los morosos en las comunidades de vecinos valencianas ascendió a finales del año pasado a 205 millones de euros, un 4,8% más que en 2013, un aumento que está 1,7 puntos por encima de la media nacional.

Según el estudio, el 51% de los 205 millones de euros que se debían a las comunidades de la Comunitat al cierre de 2014 corresponden a particulares con problemas económicos (5 puntos más que en 2013), el 24% a bancos, inmobiliarias y administraciones públicas (5 puntos más que en 2013) y el 25% restante a "morosos profesionales" (10 puntos menos que en 2013).