En concreto, el tribunal impuso una pena de seis meses de cárcel a Vanesa A.R. por un delito de falsedad en documento mercantil y otros seis meses por estafa, además del abono de una multa de 720 euros y el pago de una indemnización a Movistar plus por el importe correspondiente a la suma de las facturas de gasto de teléfono móvil.

Las acusaciones contra la encausada se centraron en que el 8 de mayo de 2004 presentó una solicitud de contratación de una línea de telefonía móvil en un establecimiento de telefonía móvil situado en Medina del Campo (Valladolid).

Para conseguir su propósito, la mujer exhibió en el comercio una factura de teléfono a nombre de otra persona para la que, según dijo la acusada, iba destinada la línea y que la encargó suscribir el contrato porque era su jefe y necesitaba este servicio para la empresa en la que ambos trabajaban.

Sin embargo, el nombre que aparecía en la factura no era del jefe de los acusados sino de la persona que les alquiló un inmueble en Medina del Campo, un piso que abandonaron poco tiempo después del arrendamiento.

El 21 de junio de hace tres años, la compañía telefónica con la que había contratado la línea la acusada notificó facturas de teléfono al dueño de la vivienda, quien dio orden a la entidad bancaria de no atender los recibos girados a su cuenta, con importes de 288 euros y 374,48 euros correspondientes al periodo transcurrido de mayo a junio y de junio a julio de 2004, pertenecientes al teléfono contratado y que había usado la acusada.