El magacín matutino de TVE, La mañana de La 1, no muestra signos de recuperación. Después de que su presentadora habitual, Mariló Montero, adelantara sus vacaciones al 3 de junio a causa de "un problema de salud", el espacio ha continuado perdiendo televidentes, una tendencia que comenzó hace ya algunos meses.

Actualmente bajo la conducción del periodista Jota Abril, La mañana ha registrado en junio una cuota media de pantalla del 6% aproximadamente, lo que constituye un punto menos que el mes anterior y casi tres respecto a los obtenidos en junio de 2014, cuando el número de espectadores raramente bajaba de los 300.000 (en el último mes, solo seis entregas han logrado superar los 200.000 y el pasado día 23, las estadísticas marcaron un penoso 4,4% de share).

La caída paulatina de audiencia ha protagonizado el último trimestre del programa, donde de mayo a abril descendió varias décimas y experimentó numerosos altibajos.

Las nuevas cifras no han hecho más que destacar la distancia que hay entre la oferta matutina de TVE y la de las principales cadenas de la competencia. Si un día el espacio de Mariló Montero aspiró a hacer frente a las reinas de la mañana Ana Rosa Quintana y Susanna Griso, quienes operan desde El programa de Ana Rosa (Telecinco) y Espejo Público (Antena 3) respectivamente, hoy estas últimas duplican e, incluso, triplican los resultados del programa de La 1.

El gran beneficiado es El programa de Ana Rosa. Pese a constituir el espacio más longevo de los tres, con casi once años de andadura, el de Quintana no solo no acusa signos de desgaste, sino que en el último curso (2014-2015) ha logrado sus mejores datos desde 2008, con una audiencia media del 20,5% y 599.000 espectadores.

A 3,1 puntos, le sigue Espejo Público. Aunque la propuesta de Mediaset ha ampliado su ventaja respecto a la de Griso, este se mantiene en un nada desdeñable 17,4% de share. Una liga hoy inimaginable para el programa de La 1.

El pasado 9 de junio, RTVE divulgaba un comunicado en el que informaba de que Mariló Montero dejaría temporalmente La Mañana para centrarse en la recuperación de una dolencia "sin gravedad", pero que le había originado incomodidades en el desarrollo de su trabajo en las últimas semanas.

Tras su retirada de los platós, Mariló Montero ha realizado unas declaraciones a la revista Hola en la que aseguraba que se encontraba "mejor" pero que no volvería todavía al trabajo. La publicación indicaba que la profesional había sufrido últimamente vértigos y mareos, probablemente ocasionados por el estrés.