Grecia se queda sin tiempo: las 12 claves del futuro inmediato de un país al límite

Un reloj de arena ante una bandera griega.
Un reloj de arena ante una bandera griega.
Patrick Pleul / EFE
Un reloj de arena ante una bandera griega.

Grecia afronta un futuro financiero a corto plazo incierto tras la decisión el pasado viernes del Gobierno heleno de convocar un referéndum sobre las propuestas de reforma de los acreedores, una medida interpretada por estos últimos como una ruptura de las negociaciones, y que provocó la expulsión del ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, de la reunión del Eurogrupo así como el rechazo a prorrogar el rescate más allá del 30 de junio, cuando Grecia debe pagar al FMI 1.600 millones.

Por este motivo, el Eurogrupo también abordó este sábado —ya sin Varufakis— el denominado 'plan B', que no sería otro que una eventual salida de Grecia del euro o 'Grexit'. Ante ese caso, el objetivo es, según explicó el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, "garantizar que la estabilidad de la eurozona permanezca en su nivel alto", así como proteger a los países del entorno. Ante esta situación límite, ¿qué escenarios se plantean?

Fechas clave: el 30 de junio marcará el futuro de Grecia

El rechazo de Bruselas a la prórroga del rescate obliga a marcar en el calendario la fecha del 30 de junio. El próximo martes, Grecia afronta el pago de un crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 1.600 millones de euros, desembolso que con casi seguridad no será efectuado, como han dejado entrever estos días varios miembros del Gobierno para el caso de que no hubiera acuerdo.

El hecho de que no pague el tramo al FMI no constituye formalmente el impago, pero sí coloca a Grecia en situación de "mora" al Fondo y "en ruptura de sus obligaciones". El próximo día 30 también expirará toda la financiación relacionada con el actual rescate, incluida la transferencia de los beneficios obtenidos por el BCE de la compra de bonos griegos y de los de los bancos centrales nacionales de los países de la eurozona.

¿Cuál es la deuda total de Grecia con acreedores?

Grecia tiene deuda acumulada de aproximadamente 342.200 millones de euros, repartidos entre el Fondo Europeo de Rescate (141,1), el BCE (27), el FMI (25), créditos bilaterales (52,9), bonos (67,5), letras del tesoro (15) y otras vías de financiación (13).

Los bancos alemanes compraron prácticamente una tercera parte de los bonos emitidos por el Fondo Europeo de Rescate, con un total de 41.310 millones de euros (29,1% del total). Francia e Italia son los siguientes países más interesados en que se mantengan las condiciones de devolución de los préstamos a Grecia, ya que poseen 31.010 (21,9%) y 27.205 (19,2%) millones de euros, respectivamente. Entre los tres países suman un 70% del total.

Así, este es el calendario previsto a corto plazo:

  • 30 de junio. Concluye la prórroga del rescate a Grecia, que en esta fecha deberá pagar 1.600 millones de euros al FMI.
  • 20 de julio. Próxima fecha a marcar en rojo, según los analistas: Grecia debe afrontar un pago de 3.500 millones al BCE. Si no paga, la banca griega perderá acceso al BCE, que dejará de mantener económicamente al país, cuya situación de bancarrota será de no retorno. Aparte de este pago, también deberá 2.000 millones a otros acreedores y 452 millones al FMI.
  • Agosto. Grecia deberá pagar 4,38 mil millones de euros, de los que 176 millones corresponden al FMI, 1.000 millones a otros acreedores y 3.200 millones al BCE.

Escenario previsto por el Eurogrupo ante el referéndum y un impago

De este modo, mientras no llega el 5 de julio, fecha marcada por Tsipras para la celebración del referéndum, Grecia no podrá contar con financiación de sus socios y la "situación va a deteriorarse muy rápidamente", sostuvo Dijsselbloem este sábado. El presidente del Eurogrupo agregó que de momento no se sabe "cómo el país piensa sobrevivir y lidiar con sus problemas", incluso aunque los votantes opten por el 'sí' en un referéndum donde, de entrada, Alexis Tsipras recomienda votar 'no' a las propuestas de Bruselas, aunque no cierra la puerta a cambiar su opinión en el voto en función de la respuesta de sus socios.

"Hay que contar con que en los próximos días Grecia va a sufrir dificultades agudas", recalcó el ministro alemán Wolfgang Schäuble, entre la salida de depósitos "extraordinariamente elevados" y la obligación financiera que tiene Atenas el mismo día 30 de devolver al FMI 1.600 millones de euros, más otra cantidad muy superior a abonar en julio y agosto al BCE y de nuevo al FMI.

Si no paga estará en situación de impago, además los préstamos del fondo de rescate de la eurozona están vinculados a los del FMI y en caso de suspensión de pagos tiene la "opción" de pedir a Grecia por anticipado las devoluciones. Por todo ello, los socios de la eurozona han abordado la necesidad de introducir controles de capital en Grecia, aunque debe ser el Banco Central del país y el Parlamento heleno los que adopten la legislación correspondiente.

Además, el BCE solo puede, como supervisor único, hacer recomendaciones para los bancos sistémicos, indicaron fuentes europeas.

¿Qué se vota en el referéndum previsto para el 5 de julio?

Los ciudadanos griegos tendrán que decidir si aceptan o no las condiciones planteadas por los acreedores: una prórroga de cinco meses de su rescate, hasta noviembre de 2015, y una financiación total de en torno a 15.500 millones de euros para hacer frente a sus próximos vencimientos de deuda. A cambio, Grecia deberá aceptar una nueva rebaja de las pensiones, y una subida del IVA del 23% para restaurantes y hoteles.

En este referéndum no se vota seguir o no en la eurozona, como insistió el primer ministro griego, Alexis Tsipras: "No constituye una ruptura con Europa, pero sí romper con las tácticas que ofenden a Europa". Para que su resultado tenga validez debe contar con una participación de al menos un 40% de los votantes.

¿Y qué dicen los sondeos?

Por ahora no hay ninguna encuesta que se haya realizado tras el anuncio sorpresa de Tsipras de convocar el referéndum, pero los dos sondeos más recientes efectuados justo antes apuntan a una victoria del 'sí', es decir, de firmar el acuerdo con los acreedores.

En concreto, la encuesta del instituto demoscópico Kapa para el dominical To Vima, realizada entre el miércoles y el viernes, muestra que, en caso de celebrarse un referendo, un 47,2% votaría a favor del acuerdo y un 33% en contra. Otro sondeo, el del instituto Alco, apunta a un 57% a favor de firmar el acuerdo y un 29% a favor de la ruptura.

Estas encuestas deben tomarse con cautela pues se realizaron sin tener en cuenta que el Gobierno ha pedido el 'no', lo que podría llevar a algunos de los votantes de la coalición de Syriza y de los nacionalistas Griegos Independientes a darles su respaldo.

¿Qué pasaría si gana el 'sí' o el 'no'?

Si finalmente prospera el 'sí', se abren las puertas a retomar inmediatamente la negociación pero en el plano político se plantea la incógnita de si sería el actual Gobierno el que volvería a la mesa del diálogo.

Tsipras ha asegurado que respetará cualquiera que sea el resultado y ha asegurado que un rotundo 'no' de la población reforzará la posición del Gobierno en la negociación, pero desde el otro lado de la mesa, el mensaje ha sido que el diálogo se retomará solo en caso de una respuesta positiva de la población.

Según coincidían los analistas políticos, un 'no' conduciría con toda probabilidad a la dimisión del Gobierno y, o bien llevaría a la convocatoria de elecciones inmediatas, o a la formación de un Ejecutivo de unidad nacional transitorio, encargado exclusivamente de terminar las negociaciones.

El BCE: sustento (hasta ahora) de bancos griegos

El Banco Central Europeo (BCE) ha sido durante todo este tiempo el socorrista que ha mantenido a Grecia dentro del euro, al proporcionar a sus bancos la liquidez imprescindible para no quebrar. La quiebra del sistema financiero griego, mucho más que la acumulación de la deuda pública, habría supuesto la salida inmediata de Grecia de la unión monetaria.

De ahí que otra cuestión urgente es saber si el BCE seguirá manteniendo, pese a la ruptura, el acceso al mecanismo de asistencia (ELA) a la banca, la única fuente de liquidez a la que acceden las entidades financieras de este país —en su mayoría nacionalizadas— desde febrero pasado.

Tras la celebración de una teleconferencia crucial, el consejo de gobierno del BCE ha decidido este domingo mantener abierto el grifo de liquidez, aunque ha matizado que "se mantiene preparado para reconsiderar su decisión". No obstante, las reglas del BCE establecen que solo puede facilitar este tipo de créditos a bancos que sean solventes, algo que se cuestiona cada vez más.

'Corralito' y fuga de capitales

El peor temor de los griegos se cumplió: el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, anunció un control de capitales y un cierre de bancos para este lunes. La Bolsa de Atenas también se quedaría cerrada. Esa preocupación sobre qué podrá venir en el futuro y los nervios lógicos a no poder acceder a sus fondos, sobre todo estando a finales de mes, para muchos fechas de cobro de salarios y pensiones y de pago de facturas han provocado que, tras unos días de calma, desde el viernes hubiera un incremento de retirada de depósitos de bancos y cajeros automáticos.

Según la prensa local, las direcciones de los bancos griegos están en reunión permanente evaluando el comportamiento de los clientes, que este fin de semana habrían retirado en torno a 1.000 millones de euros.

Para evitar una mayor salida de depósitos de los que ya se han producido en las últimas semanas, el Gobierno heleno aplicado un 'corralito' e impone un control de capitales, una medida que lanza un mensaje negativo de cara al referéndum.

¿Hay riesgo de quiebra de Grecia a corto plazo?

Todo parece apuntar que sí, especialmente si este lunes se produce una salida masiva de capitales en Grecia, lo que complicaría la situación, indicaron fuentes europeas a la agencia Efe.

En caso de que la banca helena deje de obtener la liquidez a través del ELA, el Gobierno podría estar obligado a emitir pagarés para poder pagar a los funcionarios y a los pensionistas y, a medio plazo, si no se alcanza un acuerdo, introducir una nueva moneda fuertemente devaluada respecto al euro. En caso de no retomarse las negociaciones, los acontecimientos se podrían precipitar, con escenarios políticos y sociales inciertos.

La estabilidad del euro y evitar contagios, preocupaciones del Eurogrupo

La declaración del Eurogrupo de este sábado subraya que "las autoridades de la eurozona están dispuestas a hacer todo lo que sea necesario para garantizar la estabilidad financiera de la eurozona".

Otro objetivo del Eurogrupo es el de evitar situaciones de contagio a los países cercanos.

¿Por qué afecta más a España que al resto de socios?

La exposición que tiene España en Grecia es de unos 26.000 millones de euros, tanto en préstamos bilaterales concedidos al país heleno, como en los avales y las aportaciones realizadas a los programas de rescate puestos en marcha por la Unión Europea (UE). Esta cifra representa en torno al 2,78% del PIB español, según un informe publicado por Bloomberg que cita fuentes del Ministerio de Finanzas griego y de la Comisión Europea.

Según este informe, España es el país al que más afecta el impago ya que es el que más dinero ha prestado a Grecia respecto a su PIB. Alemania, Francia o Italia, países que junto a España son los que más han dejado a Grecia, no se verían tan afectados puesto que la diferencia entre lo prestado y su PIB es menor.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, insistió en numerosas ocasiones en que esos 26.000 millones prestados a Grecia computan directamente como deuda pública española: "Es aproximadamente lo que se gasta en un año en prestaciones por desempleo España con un paro del 26%", precisó De Guindos.

¿Puede afectar a los mercados desde este lunes?

Tanto el alemán Schäuble como Dijsselbloem insistieron este sábado en que harán "todo para combatir cualquier posible contagio" y "cualquier incertidumbre o preocupación en los mercados".

En el caso de las primas de riesgo y de los mercados financieros, los expertos creen que la economía española, al igual que el resto de todas las economías financieras, sí se vería afectada por un 'Grexit' al apreciarse una mayor volatilidad.

No obstante, pese este temor, la mayoría de los analistas creen que el impacto de esta hipotética salida de Grecia del euro sería limitado y no repercutiría de forma grave en España, aunque inciden en que, aun habiendo un acuerdo 'in extremis', también se debería dar por perdida una parte del dinero prestado al país heleno (26.000 millones).

El propio De Guindos aseguró hace unos días que España no necesitaría planes de contingencia si finalmente se produce una quiebra de Grecia, una idea que comparten muchos analistas, dado que entienden que la recuperación del PIB español parece sólida.

En cuanto a Europa, los expertos insisten en que las repercusiones serían graves no tanto económicamente —que las habrá— como en relación a la credibilidad del proyecto europeo, que nunca hasta ahora había sido puesto en cuestión y que se había considerado irreversible.

¿Salir del euro? ¿Sería viable volver al dracma?

Una de las posibilidades desechada hasta ahora por Tsipras sería la de una salida de Grecia del euro ('Grexit'), un hecho sin precedentes en la eurozona y no previsto por los tratados europeos, lo que hace pensar a algunos expertos que el abandono de la moneda común solo es posible si va acompañada de una marcha de la UE.

Para el primer ministro francés, Manuel Valls, la salida de Grecia del euro es una posibilidad tras la ruptura de las negociaciones, al tiempo que señaló que no tendría consecuencias para la economía de Francia. "Hay un riesgo real (...) de salida del euro. Grecia es un gran país europeo, por su historia, su cultura. El pueblo griego ha sufrido las políticas de austeridad de los últimos años. Nosotros seguimos pensando que un acuerdo es posible", indicó Valls.

Sobre un posible regreso al dracma, los analistas defienden posiciones diametralmente opuestas. Los hay que creen que a medio plazo se abrirían nuevas perspectivas, pues Grecia podría volver a ser competitiva, y los hay que dibujan un panorama apocalíptico con un empobrecimiento galopante de la población, fruto de la incapacidad del país de financiar sus compras exteriores en moneda fuerte —euro o dólares—.

Aunque la mayoría de los ciudadanos es partidaria de seguir en la eurozona, en los últimos días el sentir que se palpa en las calles de Atenas es el de que la derrota de Grecia ante sus socios se debe a que en el fondo la Unión Europea no quiere seguir teniendo a este país en su seno. Este sentimiento de "todos a una" lo resumía Mijalis, un camarero de cafetería al ser preguntado sí sentía miedo ante la posibilidad de que Grecia volviera al dracma. "Lo que será, será para todos. ¿Por qué tener entonces miedo?", decía.

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