La historia de cinco personajes que se va entretejiendo entre sus voces y silencios. Así se plantea la escritora logroñesa afincada en Madrid Reyes Arévalo el contenido de su primera novela, 'Los veranos sin Adela', que esta misma tarde, a partir de las 19,30 horas, presenta en el Espacio Santos Ochoa de la capital riojana.

Como ha explicado a Europa Press la autora, la trama parte de un músico, Mario, que debe "mucho" a las 'Cinco horas con Mario' de Miguel Delibes, "una novela que era de esas que nos obligaban a leer en el colegio, pero que me marcó mucho, cómo en una noche se podía dar tantas vueltas a una vida".

En un principio, este personaje era el que iba a copar la novela. Sin embargo, "poco a poco, los demás personajes se fueron apoderando de la historia, y me iban diciendo que querían hablar, así que les fui dando voz, hasta llegar a construir una novela coral".

De este modo, "primero fue Antonia la que me exigió que le dejara explicar lo mal que le caía Mario; luego quiso hablar Kike, quien no aceptaba que su historia fuese contada por el hermano triunfador, pero sobre todo fue Consuelo, quien se presentó un día y me dijo sin más "Me llamo Consuelo García Morales, tengo sesenta y cuatro años y nací en un pueblo de Albacete en plena guerra civil, cuando apenas nacían niños".

Y es así como empieza uno de los capítulos claves de esta historia, el que da voz a la madre de Mario. Por contra, el personaje de Adela, que es el que da título a la novela, y alrededor del que giran buena parte de las tramas, no llega a aparecer.

"La historia -detalla Arévalo- sucede en tres tiempos diferentes, cada uno distante siete años del anterior. Y en ninguno de ellos está presente Adela, aunque sobrevuele todo lo que ocurre. Esa es la gran paradoja de la novela".

Nacida en Logroño en 1967, aunque "desde jovencita" vive en la Comunidad de Madrid, periodista de formación, Reyes Arévalo afirma que "desde siempre, como todos los periodistas, he escrito, pero lo del relato largo me parecía muy complicado, y no me atrevía".

No fue hasta finales del año 2012, cuando se apuntó al taller de literatura de una amiga poetisa, que descubrió que, en realidad "era más fácil de lo que pensaba". Lo que no se planteó en principio "o no me dí cuenta de ello", era transmitir ningún mensaje con 'Los veranos sin Adela'.

Por eso, aún le sorprenden los momentos en los que la gente que ha leído el libro -publicado en abril y presentado en la zona sureste de Madrid, donde se desarrolla la trama "y que tiene gran significado para mí"- le va contando "lo que les pasa por la cabeza, como que es una novela educativa, sobre las relaciones y la forma de entenderlas".

Reyes Arévalo reconoce que le genera "bastante tensión" presentar la novela en Logroño, "porque, aunque vivo fuera hace años, siempre es una responsabilidad y una ilusión", por lo que ha mostrado su esperanza en que los logroñeses "disfruten" con su obra.

Y tras 'Los veranos sin Adela", se plantea seguir escribiendo. "Tengo empezadas dos cosas, pero, como casi todo el mundo en la actualidad, la vida tiene mucho lío profesional y personal, y se hace difícil. Son dos ideas que tengo esbozadas, pero tampoco las voy a desarrollar hasta que la historia no me invada. Voy a darles tiempo", finaliza la escritora.