El Tribunal Constitucional (TC) ha acordado por unanimidad considerar inconstitucional la consulta alternativa del pasado 9-N en Cataluña, el llamado "proceso de participación ciudadana", por considerar que vulnera competencias exclusivas del Estado y "afectan al orden constituido y al fundamento del orden constitucional".

El alto tribunal anuló en febrero la convocatoria de una consulta soberanista convocada para 9 de noviembre por ser contraria a la Constitución al entender que era un referéndum de los reservados por la Constitución para el Estado. Ante la suspensión temporal del referéndum, la Generalitat puso en marcha este proceso participativo alternativo, que ahora también ha sido declarado inconstitucional.

El ejecutivo de Mariano Rajoy recurrió contra esta segunda consulta alternativa señalando que también era un referéndum encubierto y que sus preparativos suponían un fraude de ley. El TC dice que esta segunda convocatoria también es "inconstitucional en su totalidad" porque las comunidades autónomas no pueden convocar consultas que afecten "el orden constituido y al fundamento del orden constitucional".

El Pleno advierte de que, a diferencia del recurso contra el decreto dictado por la Generalitat de Cataluña para convocar la consulta, en este caso "no existe un acto formal de convocatoria" sino una serie de actuaciones "materiales" vinculadas con la celebración del 9-N. Por tanto, la inconstitucionalidad se refiere a "ese conjunto de actuaciones entendidas como un todo, como un acto imputable al Gobierno de la Generalitat de Cataluña".

La sentencia analiza las dos preguntas sometidas a consulta y afirma que "no hay duda" de que ambas (¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado? Y en caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente?) plantean "una cuestión que afecta al orden constituido y también al fundamento mismo del orden constitucional". Se trata, pues, se una consulta sobre "cuestiones fundamentales", como la que pretendía la Generalitat, solo sería posible a través de la reforma de la Constitución en los términos en que ella misma prevé, dice el TC.

El presidente catalán, Artur Mas, ha afirmado que la consulta alternativa "no se puede anular ni borrar" pese a que haya sido declarada inconstitucional, una decisión que, a su juicio, lleva a las aspiraciones catalanas a un "callejón sin salida" y "refuerza el carácter plebiscitario" del 27-S. "Lo hemos probado todo, más no se puede hacer. Se no han bloqueado todos los caminos", ha lamentado Mas, que cree así que "el único camino posible es convocar elecciones (el 27 de septiembre) y se refuerza el carácter plebiscitario" sobre la independencia de las elecciones catalanas.

Mas ha recordado las tres "masivas" manifestaciones a favor del derecho a decidir, que "pasarán a la historia en letras de oro" y, así, que la consulta fue un "mandato democrático" y "no un capricho ni de un Govern ni de un presidente". "Después de 37 años de la aprobación de la Constitución y después de que se ha intentado todo, la Constitución se ha convertido en un callejón sin salida para las aspiraciones de una parte importante de la sociedad catalana", ha explicado Mas, que ha llegado a calificar de "democracia de baja intensidad" la situación política en España.

En cambio, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha aplaudido la sentencia porque, ha dicho, "frente a la Constitución no caben astucias, ni de hecho ni de derecho". Tras destacar que la sentencia haya sido por unanimidad, ha recordado que la Constitución obliga "a todos" de forma que nadie puede "saltarse la ley".

Preguntada en los pasillos del Congreso por la querella que pesa contra el presidente de la Generalitat, y otros dirigentes catalanes por convocar esa consulta, ha señalado que serán los tribunales ordinarios "con absoluta independencia" los que deban enjuiciar esas conductas. "Nosotros en ese procedimiento no entramos", ha subrayado.