En un año marcado por la Cumbre del Clima de París a finales de diciembre, que sentará las bases para futuros acuerdos internacionales de lucha contra el cambio climático que sustituyan a partir de 2020 los acuerdos del Protocolo de Kioto, España se propone reunir y llevar a este encuentro un millón de compromisos de ciudadanos, entidades y empresas que refuercen  la lucha contra el calentamiento global.

La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel Tejerina, ha expresado la importancia de que “todos y cada uno de nosotros luchemos contra el cambio climático”. Es por ello que uno de los principales objetivos de la iniciativa “1 Millón de Compromisos por el Clima”, desarrollada por el Magrama, es movilizar a la ciudadanía y conseguir que pequeños gestos como tapar la olla mientras se cocina o ducharse en lugar de bañarse sean parte de la rutina.

La propia ministra se ha comprometido a  título personal a evitar los ascensores en la medida de lo posible y a mantener en buen estado la presión de los neumáticos de su coche para ahorrar combustible. Compromisos que se suman a los del propio Ministerio, que comenzará a calcular la huella de carbono con el objetivo de alcanzar reducciones anuales, así como a cambiar los combustibles fósiles en los sistemas de calefacción y los gases fluorados en la refrigeración, sustituir la iluminación por LEDs y reducir el uso del papel.

El proyecto cuenta con una página web: www.unmillonporelclima.es, en la que tanto ciudadanos como entidades pueden registrar sus compromisos. En ella se incluyen además 80 propuestas a modo de sugerencia con aspectos relacionados con la energía, el uso del agua, la movilidad o el consumo de los productos.

La iniciativa española se inspira en la acción "Pon de tu Parte", que puso en marcha Perú en 2014 con motivo de la cumbre de cambio climático de Lima, y que buscaba igualmente sumar a la sociedad de un país como Perú que ocupa el tercer puesto en vulnerabilidad por el cambio climático.

Durante la presentación, el catedrático de Ecología José Manuel Moreno, miembro del Panel Intergubernamental sobre cambio Climático de la ONU (IPCC), ha recordado que el último informe de esta red científica afirma que el cambio climático es inequívoco y visible en todos los continentes.

Moreno ha recalcado que cada una de las tres últimas décadas ha sido más caliente que la anterior y ha alertado de lo catastrófico de un calentamiento superior a dos grados de aquí a finales de siglo. Desde la época preindustrial, la superficie de la Tierra se ha calentado 0,8 grados.

“La única vía de solución son reducciones sustanciales de las emisiones de gases invernadero, que a finales de siglo deben ser nulas, aunque eso no evitará que en  los próximos 30 ó 40 años siga habiendo consecuencias, con independencia de lo que hagamos”, ha concluido.

En el acto, el consejero político de la embajada de China, Huang Yazhong, ha defendido que la lucha contra cambio climático es una prioridad para su Gobierno, que se propone reducir un 45 % de las emisiones de cara a 2020 (en relación a los niveles de 2005).

El delegado de la Embajada de Francia, Jean Francois Collin, ha asegurado que su país hará todo lo posible por alcanzar un acuerdo "global, vinculante y transparente", aunque ha señalado que esta cumbre "no es un fin en sí mismo sino una etapa en el camino para llegar al objetivo de limitar calentamiento global”.

Entre las 60 empresas y entidades que ya se han sumado a esta cadena de acciones, se encuentra la Agencia EFE, con más de 180 delegaciones en el mundo.

El director de su plataforma de periodismo ambiental (EFE Verde), Arturo Larena, ha explicado que se mantendrá el compromiso que arrancó en la cumbre de Río 92 de aportar información medioambiental de calidad, tratando de conseguir que esta información forme parte de la agenda mediática.

Personalidades como el paleontólogo Juan Luis Arsuaga o el actor Marc Clotet se han sumado al proyecto y se han comprometido durante la presentación a beber agua del grifo -en vez de embotellada- y a utilizar  la bici o desplazarse a pie en la ciudad, siempre que sea posible.