Un gran jurado en Carolina del Sur ha acusado este miércoles de un delito grave a un policía blanco que disparó con su arma reglamentaria contra un vehículo ocupado tras una larga persecución, matando a un hombre negro desarmado.

Justin Gregory Craven, de 24 años de edad, un oficial de la ciudad de North Augusta (en el estado de Carolina del Sur), persiguió al vehículo durante 13 millas (unos 21 kilómetros) antes de conseguir detenerle en un camino de tierra detrás de su casa, en febrero de 2014.

Después de que un gran jurado se negase a acusar a Craven de un cargo de homicidio voluntario por la muerte de Earnest Satterwhite, de 68 años, se ha presentado la acusación por el delito de disparar contra un coche ocupado, por la que finalmente ha resultado imputado, tal y como ha explicado el fiscal estatal Donnie Myers.

El tiroteo fue registrado por la cámara de vídeo instalada en el salpicadero del coche de Policía. Este delito está penado en Estados Unidos con un máximo de diez años de cárcel y una multa de mil dólares.