Estrella hasta hace pocos años del skate agresivo, sobre todo en las vertiginosas rampas half-pipe (medio tubo), Tyler Shields (1982) suele contar que llegó a Los Ángeles a los 18 años con poco más de cien dólares en el bolsillo y un sueño muy nítido: convertirse en director de cine. La tantas veces repetida quimera de Hollywood salió torcida —terminó viviendo del cuartel que le dieron raperos y patinadores para que les hiciera fotografías y vídeos—, pero aquel chaval de Jacksonville (Florida) que atravesó los EE UU en busca de la fama puede considerar que cumplió esta parte de su objetivo.

Instalado como fotógrafo profesional y consumado ejecutor de manipulaciones y efectos digitales —la serie Suspense, con personas catapultadas hacia el cielo, es un buen ejemplo—, Shields presenta ahora su trabajo de mayor calado ideológico. Historical Fiction (Ficción Histórica), que se exhibe en la Andrew Weiss Gallery de Santa Mónica-California hasta el 30 de junio, reúne las reinterpretaciones personales del artista de sucesos y momentos clave de la historia de los EE UU durante el siglo XX con una mirada de melancólica ironía.

El término ficción no debe llamar a engaño: lo único inventado en la serie de fotografías es la escenificación, el lugar y el tiempo —las imágenes fueron tomadas por Shields durante todo el año 2014, aprovechando desplazamientos de trabajo u ocio a diferentes escenarios de los EE UU—, el resto, el trasfondo y el tema, pertenece a la recia realidad de la historia del país, tanto la social como la política o cultural. El resultado, con un acabado de colores hipersaturados que concede a la colección una atmósfera muy cinética, es una suerte de cuaderno de apuntes de la mitología pop estadounidense.

La estrategia de Shields es colocar primeras planas de diarios de época en manos de personajes que sinteticen la época en la que se produjeron los sucesos que marcaron la memoria socio-sentimental del siglo XX. En una de las fotos una hilera de cuatro chicas blancas bajo el secador de una peluquería despliegan el periódico con la noticia del suicidio de Marilyn, mientras que en otra, complementaria, cuatro muchachas negras leen en el mismo escenario sobre el asesinato de Martin Luther King.

Otros momentos sobre los cuales el fotógrafo monta sus ficciones son la muerte de James Dean, leída por un cowboy y por un par de chicas deseperadas que esperan el autobús; el asesinato del presidente Kennedy, sintetizado en el pie de un cadáver en la morgue con una etiqueta identificativa; una niñita rabiando cuando se entera de la disolución de los Beatles, y un par de alegorías sobre el racismo, con un hombre negro linchando a un miembro del Ku Klux Klan, y la violencia policial, con varias personas reduciendo por la fuerza a un agente.

La muestra también exhibe el vídeo Man on the Moon (El hombre en la Luna), un documental-ficción sobre un primer vuelo de pasajeros al satélite. La pieza está realizada por Shields y actúan, entre otros, Nathan Fillion (Firefly) y Christa B. Allen (Revenge).

Desde la galería dicen que Historical Fiction es una colección de "poderosas interpretaciones de momentos icónicos y reacciones individuales a los años sesenta y a la historia de la cultura política y pop estadounidense". La serie "reflexiona sobre momentos complicados, polémicos y emocionales de una de las épocas más influyentes de la historia moderna".

Shields añade: "No importa la edad que tengas y no importa dónde estabas... Momentos trágicos de la historia como 11-S, el impacto de las muertes de JFK y Martin Luther King... llegaron a todos nosotros". Para el fotógrafo se trata de buscar el "efecto duradero" y comprimirlo en una sola imagen que tenga la misma intensidad que "tu primer viaje en un avión, un truco de magia o la primera vez que te enamoraste".

"He tratado de crear una narrativa de la historia congelada en el tiempo", añade el fotógrafo, "como si cada imagen fuera parte de un libro en el que el las primeras y las últimas cien páginas estén arrancadas y la historia, lo que pasó antes y después, deba descifrarla el espectador, que puede imaginarse a sí mismos en muchos de los momentos de las fotos".