El candidato socialista a la Presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, ha exigido paralizar la demolición de La Fe y ha tildado de "falta de vergüenza" esa "decisión arbitraria" del Consell. Además, ha firmado un compromiso ante las puertas del centro hospitalario, junto a diversos alcaldes y candidatos del área metropolitana de Valencia, "para restablecer en la zona los recursos sanitarios requeridos por los vecinos afectados por la demolición de la antigua Fe".

Según ha informado el PSPV, acompañado por el secretario general de la provincia de Valencia, José Luís Ábalos, y el candidato a la alcaldía, Joan Calabuig, Puig ha suscrito un manifiesto en defensa de la sanidad pública de calidad del área metropolitana de Valencia, que "se ha visto afectada por el traslado primero de la antigua Fe y ahora por la demolición de la misma".

Puig ha reprobado que "no se haya consultado en ningún momento esta decisión con los vecinos" y ha acusado a Alberto Fabra de haber "dejado absolutamente abandonado un hospital de referencia sin darle ninguna opción".

A su juicio, "un gobierno que fuera razonable lo que tendría que haber hecho es actuar con sentido común y planificación en relación a este centro, cosa que el Gobierno valenciano no ha hecho en ningún momento", sino que ha optado por el "abandono" de un centro que "daba servicio a miles de vecinos".

Puig ha apuntado que se ha dejado "sin una cobertura sanitaria de calida al ámbito territorial que cubren los hospitales de La Fe y el Arnau de Vilanova" y se han visto afectadas las áreas que cubren los hospitales de Llíria, Manises o el Militar de Quart de Poblet, que "han asumido a gran parte de los vecinos que atendía la antigua Fe".

Ha denunciado asimismo que, "en medio de la campaña electoral y a unos días de que se produzca un cambio de gobierno en la Generalitat", se saque a licitación la "destrucción" de la Fe, algo que a su juicio "pone en evidencia la falta de vergüenza del Consell de Fabra".

"parar la licitación esté como esté"

A través del manifiesto firmado junto a alcaldes y candidatos de las localidades afectadas por el traslado de los servicios que ofrecía La Fe, se ha comprometido a "paralizar esta licitación se encuentre como se cuente el proceso hasta que se disponga con total transparencia toda la información sobre el estado real de los edificios del complejo", así como a confeccionar "de forma urgente" un nuevo mapa sanitario "para el aprovechamiento óptimo de los recursos sanitarios públicos".

Según Puig, deben "ver cómo se pueden aprovechar los recursos existentes y conocer el estado real del edifico para que La Fe funcione como un hospital de tamaño adecuado a la población que atienda, como un Centro de Salud Integrado y como Servicio de Urgencias operativo las 24 h después de atender las necesidades y peticiones de los vecinos y abrir un proceso de diálogo con ellos".

Así, mantiene que "lo que no puede hacer el gobierno del PP es seguir engañando a los vecinos, haciéndoles creer que se derrumba para construir en dos días un nuevo hospital cuando esto no va a ser real".

"invertir las prioridades"

Puig apuesta por "invertir las prioridades para que la atención a las personas y la defensa de la sanidad pública vuelvan a ser prioritarias por encima del negocio sanitario privado y aplicar nuevas formas de gestión basadas en la información y la transparencia", según recoge el manifiesto, que plasma "el compromiso real de los socialistas por una atención sanitaria pública, que piensa primero en las personas y en sus necesidades".

Por su parte, Calabuig ha remarcado que hay "más de 200.000 habitantes del noroeste de la ciudad de Valencia, además de los pueblos del área metropolitana, que están gravemente perjudicados, desde ya hace tiempo, por una decisión unilateral que ha supuesto dejar de dar servicio sanitario en este centro".

En este sentido, considera "inaceptable" decidir "la demolición de un centro que tiene muchas posibilidades, sin conocer si hay informes que hayan servido de base para tomar esta decisión".

Por su parte, Ábalos ha subrayado que se trata de un hospital de referencia y que, por tanto, "no tiene ningún sentido su desmantelamiento ya que sus instalaciones, como equipamientos, están ya asumidos". Por este motivo, ha apostado por "consolidar los equipamientos públicos sanitarios existentes y aprovechar las infraestructuras porque, si no, estamos ante un claro despilfarro".