La acampada organizada por la Asamblea por la Vivienda Digna en la Ciudad Universitaria de Madrid se alarga. Comenzó el pasado 13 de mayo como un intento de intervenir en la campaña electoral y denunciar la política del ladrillo de los ayuntamientos.

De hecho, se anunció que duraría sólo dos semanas, pero a día de hoy las tiendas siguen instaladas en el campus, y con unos objetivos que van más allá de los planteados en un principio.

Ahora la iniciativa pretende transformar el espacio en un punto de encuentro que reúna a universitarios, trabajadores y personas sin techo y en el que se organicen todo tipo de actividades de autogestión y sensibilización sobre el problema de la vivienda.

«Estamos negociando con el Vicerrectorado para que nos podamos quedar al menos hasta el 31 de octubre, a pesar de que los vigilantes de seguridad ya nos han dado algún toque de atención», asegura Jesús Hidalgo, uno de los 70 acampados ante la Facultad de Medicina.

Una de las experiencias más satisfactorias, según los portavoces del campamento, es la aportación de los sin techo a la causa: «Son los que más horas pasan aquí, ya que los estudiantes están de exámenes. Su trabajo es muy valioso», asegura Alba Villanueva, otra de las chicas acampadas.

Mejora de infraestructuras

Para hacer más acogedor el día a día se está incluso ideando un plan de infraestructuras que contempla la construcción de duchas y una mejora de las cocinas.

Esta acampada coincide en la Complutense con la ocupación de un ala de la Facultad de Físicas, vigente desde mediados de abril.