Filgueira Valverde, "sabio" y "erudito" de "amplia biografía galleguista", representa para el presidente de la Real Academia Galega (RAG), Xesús Alonso Montero, una personalidad capital en la historia de Galicia, cuya trayectoria vital se posiciona como "uno de los ocho o diez grandes capítulos de la cultura gallega de los siglos XIX y XX".

Una figura cuya altura equipara a Otero Pedrayo y que le marcó personalmente desde el 23 de abril de 1948, data en la que un joven Alonso Montero, que por aquel entonces estaba finalizando 7º de bachillerato en Vigo, presenció por "primera vez" una conferencia del propio Filgueira sobre Cervantes, según rememoró el académico en una entrevista concedida a Europa Press.

"Desde aquella estuve muy atento a lo que hizo este profesor", asegura el presidente de la RAG, quien destacó que "no había cosa que Filgueira escribiera y publicara sobre lírica que no leyese" y que sus obras lo acompañaron a lo largo de su vida académica, sobre todo cuando indagó en materia medieval gallego-portuguesa, tema en el "erudito" pontevedrés era una "autoridad".

Alonso Montero trató "mucho" con el viejo polígrafo y mantuvo con él "una relación muy afectiva" desde su primera conversación "en octubre del año 60", en Lugo, bromeando con que llegó a ocupar "su cátedra 20 años después". "Era una persona de rigurosa moral, bondadosa y generosa, que hizo todo el bien que pudo antes y después del 36", ha destacado del fundador del Seminario de Estudos Galegos.

"un obrero de la causa gallega"

Ese año marcó un cambio en la biografía de Filgueira Valverde y del galleguismo de la época, tanto por su baja del Partido Galeguista en el 35 como por el estallido de la Guerra Civil. Pero Filgueira, católico y conservador, se marchó "no por razonas lucrativas, sino de conciencia", ha explicado Montero, dado que entendía que no debía pactar "con las fuerzas laicas y revolucionarias del Frente Popular", como sí quería su partido.

Este alejamiento no le impidió "votar sí" al Estatuto de Autonomía desde la derecha galleguista, ni mantener su respeto y relación con otros grandes protagonistas del movimiento que se quedaron a la izquierda. Así lo recuerda Alonso Montero, citando "un famoso artículo" de Alexandre Bóveda redactado "pocos días después" de la marcha del profesor del Partido Galeguista en el que asegura que Filgueira, "donde quiera que estuviese, sería un obrero de la causa gallega".

"Y así lo fue", ha insistido Montero, incluso durante el Régimen franquista, época en la que llegó a asumir el cargo de regidor local de Pontevedra durante algún tiempo, y que "los polemistas" con su elección por parte de la RAG para las Letras Galegas de este año consideran unos "momentos que quizás no son muy luminosos" en su trayectoria vital.

Es en Pontevedra, en su etapa como regidor, donde están "sus grandes creaciones institucionales", como el Museo de Pontevedra, "el museo provincial más importante de España, la niña de sus ojos"; o el instituto, donde los jóvenes participaban en actividades educativas y deportivas como en ninguna otra escuela e incluso "iban al extranjero". Posteriormente, en el 70, defendió "con éxito" en las cortes franquistas la presencia del gallego en la enseñanza.

"autoridad mundial"

Con su tesis sobre la 'cantiga 103', Filgueira, que a los 12 años devoraba "libros eruditos áridos que sólo leían algunos mayores," se convirtió en "una autoridad mundial en un periodo de la literatura gallega muy importante", la historia de la lírica universal y de los cancioneros profanos, además de en un gran conocedor de las figuras de Cervantes o Camoens.

"No se puede uno acercar a la figura de Sarmiento, Rosalía, Otero Pedrayo o Pintos, sin tener en cuenta lo que tiene publicado Filgueira Valverde, o especializarse en cancioneros de tradición oral sin tener en cuenta sus trabajos", ha reivindicado Alonso Montero.

A pesar de que el presidente de la RAG pone "acento" en su vertiente de erudito, filólogo y profesor, Filgueira "fue también un creador" con obras que, si buen "no tienen la relevancia" de su obra ensayística e investigadora, sí "prueban que era una personalidad muy completa", que "solo tiene comparación en Otero Pedrayo".

En 'Seis canciones del mar in modo antico', Filgueira evidenció su carácter "especialista" en la lírica medieval, mientras que también pasó por el género del teatro con 'Agromar', una obra en la que "expresó bien su pensamiento católico y muy conservador", y abordó "una problemática sociolingüística de gente de aldea y gente de ciudad", y de "ricos y pobres", que "ningún dramaturgo trataba hasta el 36".

Pleno en el museo

Como broche de oro a la conmemoración de las Letras Galegas, la Real Academia Galega celebrará una sesión abierta de su pleno en el Museo de Pontevedra, a las 12:30 horas del 17 de Mayo, en la que intervendrán tanto el propio Alonso Montero, como Francisco Díaz-Fierros, Barreiro Fernández o Víctor Freixanes, que fue alumno suyo en el instituto".

Asimismo, con la colaboración de la Fundación Barrie, se celebrará un concierto en memoria del pontevedrés interpretando diversas canciones de lírica medieval, como la cantiga 100 de Alfonso X, o parte de la obra lírica del propio Filgueira musicada por Rogelio Groba, entre otras.