Sobrecostes, dimisiones, presiones... Las sombras del gran proyecto militar aéreo europeo

  • El A-400M es un proyecto de siete países, considerado el más caro de la industria militar europea: más de 30.000 millones de euros.
  • La implicación de España en el programa es grande: en Sevilla se encuentra la planta de ensamblaje final y allí se realizan los ensayos de estos aviones.
  • Las presiones para aumentar la producción así como otros problemas causaron en enero la dimisión de Domingo Ureña, presidente de Airbus España.
  • La aeronave MSN23, accidentada en Sevilla, realizaba el último vuelo de prueba antes de ser entregada a un cliente turco.
  • El origen del A-400M se remonta a 1982, cuando cuatro empresas se unieron para desarrollar un sustituto para los aviones de transporte militar Hércules.
Imagen de archivo de un Airbus A-400M en el aeropuerto de Sevilla.
Imagen de archivo de un Airbus A-400M en el aeropuerto de Sevilla.
EFE
Imagen de archivo de un Airbus A-400M en el aeropuerto de Sevilla.

El accidente del Airbus A-400M este sábado en Sevilla, en el que han fallecido cuatro personas y otras dos han resultado heridas de gravedad ha supuesto un batacazo para la industria militar europea, cuya fabricación de este avión supone el proyecto más ambicioso en el que se han visto implicados siete países: Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica y Luxemburgo.

En sus 33 años de vida, el A-400M ha acumulado dificultades, problemas de fabricación y sobrecostes de hasta 11.000 millones de euros. El programa del A-400M estaba valorado inicialmente en unos 20.000 millones de euros, pero tuvo que ser revisado en 2010, cuando los siete países que participaron en su lanzamiento (Alemania, Francia, Reino Unido, España, Turquía, Bélgica y Luxemburgo) asumieron 1.500 millones suplementarios y Airbus, 3.000 millones. Está considerado el programa de la industria aeronáutica europea más caro del continente: más de 30.000 millones euros. El coste por unidad en estos años ha pasado de 100 a cerca de 160 millones de euros.

Esta aeronave, bautizada como 'Atlas', no solo es el proyecto estrella de la aeronáutica militar europea, sino que es además el avión militar de hélice más grande del mundo. Está compuesto de cuatro motores y mide 45 metros de largo por 15 de alto.

De ahí que a consecuencia de lo sucedido, la compañía haya abierto una "sala de crisis" en el seno de la empresa y un equipo de Airbus se haya trasladado hasta Sevilla. Desde la empresa se ha garantizado "colaboración" con las autoridades en las investigaciones abiertas por parte de España, Francia y Alemania para esclarecer lo ocurrido.

Gran implicación española en el proyecto

"Un suceso de estas características no es lo mejor que le puede ocurrir a una industria como la nuestra", valoraba este sábado el ministro español de Defensa, Pedro Morenés. La implicación de España en este proyecto es grande ya que en Sevilla es donde se encuentra la planta de ensamblaje final, en la que trabajan entre 450 y 500 trabajadores, pero que genera 12.000 empleos entre puestos directos e indirectos.

En esta planta también se realizan los ensayos de estos aviones, se les consideran aptos para el vuelo y posteriormente son entregados a sus clientes. Precisamente el siniestro de este sábado se produjo durante el último vuelo de prueba, según ha confirmado este domingo el delegado sindical de CC OO en Airbus Sevilla Francisco Figueroa.

Presiones para aumentar la producción y un cese

En la presentación de los resultados anuales de Airbus el pasado febrero en Múnich, el presidente del grupo, Tom Enders, dijo que el objetivo para 2015 era "duplicar las entregas" respecto a las ocho unidades del A-400M que se entregaron en 2014 a cuatro de los países clientes (cuatro para Francia, dos para Turquía, uno para el Reino Unido y uno para Alemania). De esta forma, se estableció un objetivo de conseguir una cadencia de montaje de 2,5 aviones al mes, según informaba el diario El País.

Estas presiones (procedentes de Alemania) para aumentar la producción fueron en parte las causantes de la dimisión, el pasado 29 de enero, de Domingo Ureña, vicepresidente ejecutivo de la división militar y presidente de Airbus España. Ureña, que llevaba seis años en el cargo, admitió problemas en la cadena de producción del A-400M que estarían relacionados con la capacidad militar del A-400M para hacer frente a determinadas misiones. De hecho, su vuelo de exhibición en 2009 —al que acudió el rey Juan Carlos— llegó con dos años de retraso por problemas en sus motores y su software.

El A-400M ya opera en Francia, Turquía, Reino Unido y Alemania, aunque en total hay ocho países que han pedido un total de 174 unidades—los cuatro citados más España (que tiene previsto recibir las primeras unidades en 2016), Bélgica, Luxemburgo y Malasia—. De ese total, 27 aviones iban para el Ejército español, un número elevado que en 2003 sirvió para garantizar que el ensamblaje del avión se llevase a cabo en España.

El avión accidentado iba a entregarse a Turquía

El avión que este sábado se ha accidentado iba a ser entregado a un cliente turco, según ha informado la propia empresa. "El avión es el MSN23, un aparato previsto para el cliente turco", explicó el consorcio Airbus en una nota.

La aeronave en cuestión realizaba el último vuelo de producción (último vuelo de prueba antes de entregarse al cliente) y estaba destinada a ser la tercera del pedido encargado por Turquía, y que sería entregada en concreto en junio de este año.

Turquía recibió en abril del año pasado su primer avión A-400M, un trámite que se retrasó durante meses por la voluntad de las autoridades de ese país de negociar las condiciones con Airbus.

Vuelos suspendidos

Tras el accidente de Sevilla, el Ejército alemán decidió suspender los vuelos de prueba de su avión de transporte militar del tipo A-400M, el único aparato de estas características que había recibido hasta ahora y que le fue suministrado el pasado diciembre.

Por su parte, el Ministerio de Defensa del Reino Unido, que en un primer momento anunció también la suspensión de sus vuelos de prueba como medida de "precaución", ha ido más allá y ha decidido suspender temporalmente las operaciones de sus dos aviones Airbus A-400M, el primero de los cuales fue entregado el pasado noviembre. Este país tiene encargados a Airbus un total de 22 aparatos, que prevé recibir durante los próximos años.

La central de Airbus Defence & Space, en París, también ha creado un gabinete de crisis para analizar lo ocurrido y se prevé que un equipo de técnicos se desplace de Francia a Sevilla para investigar el siniestro.

Origen del A-400M

El origen del A-400M se remonta a 1982, cuando cuatro empresas se unieron para desarrollar un sustituto para los aviones de transporte militar Hércules, fabricado por la norteamericana Lockheed.

Las empresas originales fueron la francesa Aérospatiale, la inglesa British Aerospace, la alemana MBB-DASA y la americana Lockheed, que abandonó el proyecto en 1987, cuando la española CASA (Construcciones Aeronáuticas S.A.) ya se había unido al grupo.

En 2000, las empresas francesa, alemana y española se fusionaron para crear el consorcio europeo EADS que pasó a dirigir la creación del A-400M desde su división Airbus y que, finalmente, preparó un contrato inicial en 2003. La construcción y montaje del avión se inició en 2007 en la planta de CASA en Sevilla.

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