Los Mossos d'Esquadra han detenido a 12 personas presuntamente relacionadas con una red dedicada a la fabricación y distribución de medicamentos dopantes falsificados, que podría estar involucrada en la muerte de un culturista de 28 años que era cliente de la organización.

La red trabajaba con fisioculturistas que pagaban como mínimo entre 300 y 500 euros por un tratamiento de 10 semanas de duración.

Uno de los jefes de la banda, Isidro C.M., actuó como juez en la última edición del Campeonato de Catalunya de Fisioculturismo.

El sargento Tarrés, máximo responsable de esta investigación, ha explicado que la mayoría de medicamentos confiscados eran falsificaciones con lo que además del riesgo contra la salud que ya comportan los productos dopantes, en este caso se añadía el peligro de sufrir efectos secundarios era todavía más grande.

La policía autonómica ha hecho una llamada a los potenciales usuarios de estros productos para que extremen las precauciones.