De esta forma, los asentamientos chabolistas tradicionales cada vez son más escasos en la ciudad, si bien algunos persisten en los barrios de La Torre y la Malvarrosa.

Por contra, el hacinamiento en pisos patera es cada vez mayor en los barrios de Ruzafa, Benicalap y Orriols. Según comentó el coordinador de la entidad, Vicent Soler, «para poder pagar el alquiler, los inmigrantes realquilan las habitaciones de los pisos, en las que se meten familias enteras».

Para Soler, «estas concentraciones en barrios determinados favorece la creación de guetos, el aislamiento y la violencia». Desde Cáritas achacaron esta situación a la falta de servicios públicos.

La asociación de vecinos de Orriols reconoció el fenómeno en la zona de San Juan Bosco y Padre Viñas, «la más abandonada y superpoblada». Mientras, desde las asociaciones de Ruzafa y Benicalap desconocían los pisos patera, aunque confirmaron un aumento de inmigrantes.

Estudian reeditar la Casa Belén

Los responsables de Cáritas informaron que la entidad estudia volver a implantar la Casa Belén, «un espacio de acogida provisional que se puso en marcha en el invierno de 2006 para los inmigrantes del río. No obstante, lo que hay que hacer es incrementar los pisos de acogida». Por otra parte, la directora, Concha Guillén, aprovechó que ayer fue el Día de la Caridad, para presentar los datos de la memoria de la entidad en 2006. En total, atendieron el año pasado a 34.571 personas. De ellas, el 73% fueron inmigrantes, la mayoría mujeres y 587 menores con familias desestructuradas y problemas de absentismo y agresividad.