El hombre que llevaba atrincherado desde este martes en una nave de Figueruelas (Zaragoza) atrincherado y amenazando con hacer explotar unas bombonas de gas, ha salido de su encierro, después de que haya podido acceder al recinto un negociador de la Guardia Civil, quien le ha convencido para que abandone su actitud.

El hombre ha sido trasladado al Hospital Clínico de Zaragoza, aunque no parece que esté herido, y no mostró en ningún momento intención de hacer daños a terceros, según han informado fuentes de la Guardia Civil.

El motivo de su encierro, durante más de 17 horas, según informaron fuentes de la investigación, era que iba a ser desahuciado de una nave, en la que había montado una quesería, por impago de alquiler.

Este lunes por la mañana, a las 10,30 horas, una comisión judicial llegó a la nave con la intención de proceder al alzamiento, que finalmente fue suspendido. Poco después de cancelar este desahucio, el hombre, de nacionalidad rumana, fue convencido para que saliera de la nave y así lo hizo.

El encierro en este inmueble, en el Polígono de Figueruelas, se produjo el martes a las siete menos cuarto de la tarde, cuando amenazó con suicidarse y hacer explotar unas bombonas de gas.

Finalmente, los agentes no han encontrado bombonas de gas en el lugar y, según dichas fuentes, en ningún momento ha mostrado intención de dañar a terceros. La zona, que ya estaba bastante tranquila de por sí, pues se trata de un polígono que estaba a las afueras de Figueruelas, un pueblo de unos 1.200 habitantes, ha comenzado a vaciarse de curiosos.

Hasta el lugar también se ha desplazado el cónsul de Rumanía en Zaragoza, Alexandru Ioan Steriu.

Según informa el Heraldo, otras fuentes indican que el hombre "envió a un amigo una foto a través de Whatsapp con una cuerda alrededor del cuello con la que habría anunciado su intención de ahorcarse. La imagen habría llegado a manos de su mujer y, al parecer, fue su familia la que alertó a la Guardia Civil, encargada después del operativo".

Según informa el Heraldo de Aragón, el alcalde de la localidad ha aseguró que el pueblo vivía con "preocupación" el desenlace de este encierro, aunque el hombre no es conocido ni vecino del pueblo.

Es el segundo atrincheramiento que se produce en la provincia de Zaragoza en menos de una semana. El anterior se encerró armado en su casa de Ejea de los Caballeros, tras disparar a la pareja de su hija. Murió durante el asalto a la vivienda de la Guardia Civil.