"Esto va por picos. Tras un año que ha dado buenos resultados policialmente, es normal que al año siguiente bajen las detenciones. Esto no es un 'negocio' mayoritario, como puede ser el tráfico de drogas". Juan Bañuelos, inspector jefe de la Brigada de Investigación del Banco de España, creada en 1934, explica así el importante descenso que se ha producido en el año 2014 en el 'negocio' de la falsificación de euros. Hubo 37 detenidos (18 españoles y 19 extranjeros), un 67% menos que los 99 arrestados en 2013. En cuanto al dinero falso retirado de la circulación: 1.169.000 euros en 2014, un 32% menos que los 1.733.427 euros de 2013.

Esta bajada se debe, entre otras cosas, a que falsificar billetes o monedas no es como robar coches, asaltar casas o traficar con hachís. Requiere una especialización, un proceso de aprendizaje, y son pocos los que se aventuran con este delito tan especial. Como indica Bañuelos, no son artistas, son delincuentes, "como mucho delincuentes manitas". Además, España no es un país productor de dinero falso. Todo lo contrario. Es importador. La tendencia ha ido creciendo desde que se entró en el euro en 2002. En los dos o tres últimos años el 80% de los billetes falsos decomisados en España proceden del extranjero. Y de ese 80%, el 65-70% procede de Italia, el gran productor de billetes falsos de Europa. De hecho, la Camorra napolitana tiene grandes falsificadores, especializados sobre todo en billetes de 5 y 20 euros.

A principios de este año 2015, por ejemplo, caía en Cataluña una red de distribución formada por españoles y ghaneses. Importaban de Nápoles grandes remesas de billetes de 50 euros falsos, capaces de introducir mensualmente 80.000 euros en billetes falsos. Los detenidos compraban a ocho euros los billetes falsos de 50 euros en Nápoles y los vendían a 13 euros a otros pasadores que luego los utilizaban en pequeños comercios. En mayo de 2014, la Policía detenía en Albacete a un ciudadano marroquí que viajaba en coche a Nápoles a comprar billetes falsos para luego 'colocar' en España. Llevaba oculto 29.930 euros. Fuera de la Unión Europea, Colombia y Perú son los otros grandes puntos de falsificación porque allí producir dólares falsos está relacionado con el tráfico de drogas.

En total, la Brigada de Investigación del Banco de España, unidad de la Policía Nacional, desarticuló en 2014 cinco centros de producción de billetes (dos de ellos fuera de España, en Colombia y en Perú), dos redes de distribución y un centro de producción de moneda falsa. En 2013, la Policía desmanteló nueve centros de producción y nueve redes de distribución. Lo de fabricar monedas falsas es inusual y nada rentable. Desde que entró en vigor el euro en el año 2002 solo se han desmantelado tres centros de producción de moneda falsa.

El último, en diciembre de 2014. Fueron detenidos tres búlgaros que fabricaban monedas de dos euros falsas. Estafaron un millón de euros a Metro de Madrid ya que tenían un método infalible para canjear la moneda falsa por una buena. En las máquinas expendedoras de billetes, anulaban una operación de compra y esperaban a que cayesen como devolución las monedas buenas. Cada uno falsificaba en su casa, donde tenían bombonas de camping gas con el que fundir los metales que sacaban de chatarrerías, pesas, radiales, tornos de precisión… Para lograr burlar los sensores de las máquinas de Metro conseguían que las monedas tuvieran las dimensiones y el peso exacto.

Generalmente, el falsificador es una persona que actúa sola o con un grupo reducido de colaboradores. El perfil es el de un varón con conocimientos en artes gráficas, informáticos y de tratamiento de imágenes, que no necesita una gran inversión en medios materiales. "Lo que se falsifica aquí en España generalmente no es de buena calidad, pero sí es una falsificación peligrosa, que si no se pone atención se puede colar en el mercado”. Lo que más se fabrica son billetes de 20 y 50 euros (en toda la UE los billetes de 20 euros suponen el 54,5% de las falsificaciones, y los de 50 el 29,5%), aunque los falsificadores también se atreven con billetes de 100 y 200 euros, aunque estos solo suponen el 1,3% de los billetes falsos detectados en toda la UE. Luego el falsificador se pone en contacto con redes de distribución que son las que mueven el dinero. Si el billete falso viene de fuera de España, lo normal es que entre por correos humanos (igual que las 'mulas' que meten la droga) o con envíos de paquetería.

En enero de 2014 cayó en Toledo Rafael Velasco Cedrón, un jienense de 60 años. La Policía le consideraba el mayor y mejor falsificador de billetes de 50 euros en España. Uno de los mejores especialistas, sin duda. Estaba en la lista incluso del Banco Central Europeo. Su centro de operaciones era un chalé de Toledo, donde era capaz de fabricar 2.500 euros falsos al día. Además empezaba ya a imitar muy bien billetes de 100 dólares. Ya había sido detenido en el año 2000 acusado de falsificar 3,5 millones de dólares. Un autodidacta, aprendió tras trabajar y montar varias imprentas. Vendía los billetes al 10% de su valor real, es decir, los compradores solo pagaban cinco euros por cada billete de 50. Le descubrieron tras seguir la lista de varios de sus billetes colocados en tiendas de Jaén. Falsificaba junto a su mujer colombiana. Sus billetes llegaron a aparecer en Bélgica, Holanda, Portugal, Rumanía y Grecia.

Otras de las operaciones importantes de 2014 se produjo en julio. La Brigada detuvo en Algete (Madrid) a tres españoles que habían montado un complejo laboratorio y acumulaban material y maquinaria para fabricar más de cuatro millones de euros. El grupo había adquirido incluso en China papel con hilo de seguridad insertado, imitando al papel moneda con el que se fabrican los euros. Todos estos detalles son analizados por el Centro Nacional de Análisis (CNA) del Banco de España.

Este departamento es el encargado de clasificar un billete falso, ponerle un indicativo, cuando el billete es detectado por primera vez. Ese mismo indicativo se asignará siempre cuando se detecten nuevos billetes falsos que por sus iguales características pertenecen a ese mismo lote de falsificación. Por ejemplo, el ES40050K0001. Se analiza el tipo de papel, el método de impresión, el holograma, el tipo de tinta… Una vez clasificado el billete, pasa a la Brigada de Investigación del Banco de España, que es la unidad competente, para que investigue su procedencia y quién pudo falsificarlo. Con amplia experiencia en el extranjero, la brigada ha ayudado también a poner fuera de circulación en los dos últimos años (2013 y 2014) 9,7 millones de dólares y 4.130 millones de pesos colombianos.

En 2014, la Unión Europa retiró 838.000 billetes falsos en toda la UE, un poco menos que en 2009 (860.000 billetes), cuando se batió el récord desde que comenzó la estadística en el año 2002. Ese año 2009 la Brigada también batió en España su récord de operaciones y detenidos: 29 y 216, respectivamente, marca no superadas hasta la fecha. El Banco Central Europeo (BCE) detectó en 2014 un importante incremento en las falsificaciones de los billetes de 20 euros. Si en 2009 el 47% de los billetes falsos detectados en la UE eran de 20 euros, el porcentaje en 2014 subió al 54,5%. El BCE no da detalles por países.

Por eso si en septiembre de 2014 comenzó a circular el billete de 10 euros, está previsto que el 25 de noviembre de 2015 entré en circulación el de 20 euros con el objetivo, entre otros, de combatir la falsificación. "Será muy difícil de falsificar. El papel tiene un barniz especial, los colores utilizados serán muy difíciles de copiar y el holograma tiene un busto de la diosa Europa que se ve al trasluz de un reverso. En el otro se ve un 20. Muy difícil de imitar, pero no imposible", señala Bañuelos.

Aunque la picaresca española invita muchas veces a desprenderse de un billete falso que a uno le han 'colado' intentando hacer lo mismo, el inspector jefe Bañuelos recomienda a cualquier ciudadano que tenga un billete falso que lo entregué en su comisaría más cercana para que se pueda iniciar una investigación. El Banco de España también da sus propias pautas, aunque advierte en primer lugar de "que si el billete o la moneda son falsos, no son canjeables y el propietario pierde su valor". Si una persona cree que posee un billete o una moneda que pueden ser falsos, "puede acudir a su entidad de crédito o a cualquier centro del Banco de España donde se le informará, normalmente en el acto, sobre la legitimidad o no del billete o la moneda. Si hubiera dudas y fuera necesario proceder a un análisis detallado, se le retendrá el billete o moneda y, en un plazo máximo de tres semanas, se le comunicará el resultado de la peritación por correo". Si el billete finalmente es auténtico, su importe sería reintegrado a su titular. El Banco de España reconoce que no tiene estadísticas de cuantas personas entregan billetes o monedas falsas en las entidades bancarias.

¿Cómo detectar si un billete es falso? La Policía y el Banco de España recuerdan la fórmula que se resume en "tocar, mirar y girar". El papel de los billetes tiene un tacto característico. Hecho con fibras de algodón, el papel es resistente, un poco áspero y con cierto relieve perceptible si se rasca con la uña. Al mirar un billete de euro al trasluz se pueden apreciar tres elementos de seguridad fáciles de reconocer: la marca de agua (al colocar el billete sobre una superficie oscura, las zonas claras se oscurecen), el hilo de seguridad (una banda oscura en el que se ve la palabra euro y el valor del billete) y el motivo de coincidencia (trazos discontinuos en ambas caras que se complementan y forman la cifra del billete en una esquina). Al girar o inclinar un billete se observa la imagen cambiante de la banda holográfica, que alterna su valor y el símbolo del euro sobre un fondo multicolor.