Un joven entró este lunes en un instituto armado con una ballesta, provocando la muerte de un profesor e hiriendo a otras cuatro personas. Aunque en este caso la ballesta se la habría fabricado él mismo con madera y un bolígrafo, ¿cómo un menor ha podido aprender a construir este tipo de armas? ¿Puede cualquiera poseer una ballesta o se necesita licencia? ¿Se puede adquirir por Internet?

La ballesta es una arma portátil, impulsora, consistente en un arco montado sobre una base que dispara proyectiles, en este caso denominados virotes, una especie de flecha corta con casquillo de metal en la punta.

En Internet existen infinidad de videotutoriales en los que se explica cómo fabricar una ballesta de manera casera, con materiales idénticos o similares a los empleados por este menor para cometer el crimen. En estos tutoriales se aprecia la efectividad de un virote casero, capaz de atravesar con facilidad un cartón grueso.

De acuerdo a la legislación vigente, las ballestas en España están clasificadas como armas reglamentarias de séptima categoría, y por lo tanto es necesario tener una licencia de tipo E, cuya validez es de cinco años.

El organismo encargado de expedir este tipo de permisos es la delegación del Gobierno, mientras que se encarga de controlarlo la Guardia Civil.

Según indica el Reglamento de Armas, las de esta categoría "se podrán adquirir previa acreditación de la mayoría de edad del comprador mediante la exhibición del documento nacional de identidad, pasaporte, tarjeta o autorización de residencia, cuyos datos deberán ser consignados en los correspondientes libros por el establecimiento vendedor".

Sin embargo, aunque la legislación obliga a tener la licencia de tipo E de armas para comprar una ballesta, documento que es imprescincible certificar cuando se compra una, en Internet basta con teclear en un buscador la palabra "ballesta" o "ballesta semiautomática", por ejemplo, para que ya en la primera página de búsquedas aparezca algún sitio web de compraventa de segunda mano.

A partir de 55 euros cualquiera podría adquirir esta arma de segunda mano en la Red, mientras que una nueva en una tienda especializada podría costar de media unos 500 euros, dependiendo del tipo que sea —manual, semiautomática o automática, las hay que superan los 1.000 euros—. Al tratarse de una transacción entre particulares, en algunos casos el vendedor no exige que su posible comprador tenga una licencia de tipo E, exigida por ley para poseer este tipo de arma.