Matronas defienden que la lactancia materna es "la mejor opción" pero desde el respeto a quien opte por la artificial

Puntualiza que la mayoría de los problemas de la lactancia materna se pueden solventar con asesoramiento profesional adecuado

La Asociación de Matronas de la Región de Murcia ha defendido que la lactancia materna "siempre es recomendable" y que si surge algún problema, no se puede ignorar sino hay que buscar ayuda de profesionales expertos en la materia. Lo prioritario es averiguar la causa por la que no funciona el amamantamiento y encontrar la solución que potencie la salud del bebé y la madre.

Si es necesario, explican que la lactancia materna se puede "suplementar" de forma temporal o permanente con leche artificial ya que la ciencia proporciona soluciones que lo hacen posible. Pero no es una decisión banal ni para la salud del recién nacido ni para la de su madre. Por ello es fundamental un buen asesoramiento especializado de las posibles obstáculos que aparezcan, salvaguardando siempre la salud del recién nacido, según ha hecho saber a Europa Press la secretaria de la Asociación de Matronas de la Región y tesorera de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), Paqui Postigo Mota.

En este sentido, la Asociación de Matronas de la Región apuesta por proporcionar todos los recursos disponibles y la ayuda necesaria a las madres que quieran lactar. Para ello, las matronas están en continua formación y motivadas para estar al día en las últimas investigaciones sobre la materia.

El colectivo de matronas, en cualquier caso, dice estar a disposición para "ayudar, asesorar y acompañar" a la mujer en la decisión que tome. El objetivo es que las madres que lo deseen puedan lactar "hasta el momento que quieran", y que reciban asesoramiento cuando no quieran continuar, con el fin de que desteten de la forma menos traumática para ella y para su criatura. Las matronas no sólo atienden a la población que amamanta, sino a toda mujer en su periodo de crianza, sea cual sea su opción personal.

Postigo explica que la lactancia materna es un asunto de salud pública, y es una práctica recomendable "tal y como defienden todos los agentes de salud pública y todos los estudios científicos". Y es que la naturaleza "ha previsto que las mujeres engendren vida, paran y también fabriquen la leche para su cría y, por supuesto, eso lo convierte en lo mejor para la salud de la madre y del bebé", sostiene. Cuando, por razones personales o médicas, no es posible amamantar, la lactancia artificial es un recurso al alcance de la población.

En cualquier caso, ha aclarado que aunque la alimentación con leche de fórmula sea segura, advierte que ésta no proporciona los beneficios protectores que sí aporta la lactancia materna. "Con la lactancia materna, los recién nacidos van a tener una mejor salud a corto y largo plazo, y eso lo convierte en la mejor opción desde el punto de vista biológico", explica.

Sin embargo, "no se puede culpabilizar a la madre que no dé el pecho a su bebé", asevera Postigo, ya sea porque elige la lactancia artificial como opción, o porque no haya podido resolver las dificultades en el inicio de la lactancia. "Cuando juzgamos, nos equivocamos. Cada familia, en función a sus necesidades, creencias y circunstancias, decide cómo educar y criar a sus hijos, amamantar o no es una de las decisiones que solo ellos pueden tomar", afirma.

Eso sí, cree que sólo se puede decidir cuando se tiene la información "adecuada" y los recursos "necesarios" para hacer frente a la decisión tomada. "Ese es nuestro desafío como profesionales y como sociedad. Y es por ello por lo que luchamos las matronas: por poder informar adecuadamente, asesorar y acompañar a las familias en sus decisiones informadas", afirma.

Posibles obstáculos en la lactancia

Postigo aclara que, aunque hay situaciones concretas que hacen imposible la lactancia como alguna enfermedad de la madre o del bebé, éstas son las menos. Los problemas en la lactancia "casi siempre tienen una explicación", ya que el instinto de supervivencia, como el de cualquier mamífero, lleva al bebé a "engancharse al pecho".

El contacto con el cuerpo de la madre, y la lactancia como medio de estar pegado a él, cumple además una función protectora, ofrece seguridad y protección a un ser que se sabe indefenso. De ahí que el recién nacido venga programado para buscar todo cuanto necesita en los brazos de su madre.

No obstante hay circunstancias que pueden crear obstáculos para que esta conducta instintiva se lleve a cabo. Por ejemplo, explica que uno de los problemas que puede interferir al comienzo de la lactancia es el desarrollo del parto. Algunos medicamentos e intervenciones realizadas, así como la separación del bebé de la madre en las primeras horas de vida, pueden influir en la conducta instintiva del bebé.

En otras ocasiones, Postigo señala que el bebé tiene dificultad para lactar por problemas de tipo anatómico o mecánico, como un frenillo corto, una mandíbula pequeña o que la madre tenga los pezones invertidos. No obstante, asegura que la mayoría de estas circunstancias "son solventables", especialmente si se detectan y manejan al comienzo.

Postigo explica que hay creencias erróneas que también influyen en el desarrollo de una lactancia satisfactoria. Un ejemplo de ello es limitar las tomas de pecho a un tiempo determinado. "Si lo limitas a diez minutos, por ejemplo, puede que el bebé no esté sacando la leche suficiente rica en grasa que le haga coger peso", advierte.

Una mala ganancia de peso se interpreta como una incapacidad para amamantar y en la mayoría de las ocasiones lleva a introducir el biberón como sustituto; "cuando corrigiendo la técnica corregiríamos el problema de peso", advierte. Otras podrían ser creer que el calostro no es suficiente y comenzar con suplementos en los primeros días o suspender la lactancia con la toma de ciertos tratamientos médicos que no están realmente contraindicados cuando se amamanta.

Esta matrona explica que la calidad de la leche de la madre "siempre es buena, y no hay leche mala". Ahora bien, añade que la cantidad responde a un equilibrio entre la oferta y la demanda. Para que el bebé genere una buena demanda de leche tiene que succionar bien, y advierte que hay problemas como una mala técnica o algún problema anatómico que puede interferir y, por lo tanto, limitar la correcta extracción.

En este sentido, recomienda a las madres con problemas que recurran a la ayuda de profesionales de la forma más pronta posible. Por ello, defiende la necesidad de incentivar las consultas de lactancia en los hospitales, la presencia de matronas en planta de post-parto y más matronas en atención primaria, para ayudar a las madres que lo necesiten a identificar los factores que puedan interferir en la lactancia y solventarlos desde el principio.

"A veces es tan sencillo como buscar posturas en las que el bebé se agarre mejor al pecho, optimizando la producción y evitando las grietas y las complicaciones de éstas", según Postigo, quien dice que la mayoría de obstáculos "son previsibles", aunque admite que "no hay respuesta para todo".

Postigo explica que hay otros hándicaps que condicionan la visión de la lactancia en nuestro siglo. Las madres, antiguamente, tenían mucho más clara cómo amamantar y mucha mas confianza en su capacidad para hacerlo, ya que lo veían frecuentemente. Desde hace unos años "hemos dejado de verlo".

Para dar respuesta a esta situación, explica que además de recurrir al asesoramiento de profesionales expertos en la lactancia, en los grupos de madres de apoyo a la lactancia y los grupos de crianza liderados por las matronas de primaria, las mujeres pueden encontrar el consejo de otras mujeres madres que ya han pasado por esas dificultades y las han superado. Son las nuevas tribus que dan soporte social a las madres del siglo XXI.

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