La presa de Rules funciona. La faraónica infraestructura, que comenzó a construirse a principios de los años noventa y ha supuesto un gasto superior a los 132 millones de euros, empezó a acumular agua hace tres meses y ya ha superado la primera fase de llenado, según la Consejería de Medio Ambiente.

El embalse tiene en la actualidad 16,3 hectómetros cúbicos, de los 110,59 que puede llegar a almacenar y, tras pasar las pruebas de seguridad, alcanzará en los próximos meses (si las lluvias lo permiten) los 42,1 hectómetros. La intención de los ingenieros es que la presa esté al 100% de su capacidad a mediados de 2009.

Esta infraestructura, sin embargo, no tiene sentido sin una buena red de canalizaciones, que ha comenzado a construirse y se espera que también esté finalizada en dos años.

El abastecimiento de la población dependerá de un entramado de tuberías de 17 kilómetros y 23 millones de euros.

Los trabajos se harán en dos fases: la primera, que ya ha empezado y finalizará en otoño, unirá el embalse con el puente de Vélez de Benaudalla; y la segunda, entre el puente y la estación potabilizadora de Molvízar, está en proceso de adjudicación.

De este modo, los 300.000 habitantes de la costa y el turismo beberán la misma agua. Los 17 municipios que en la actualidad se abastecen del río Guadalfeo con tomas directas recibirán agua del embalse tras pasar por Molvízar.

El agua para el campo también será regulada con un nuevo sistema de tuberías de 200 kilómetros y 170 millones de euros, que partirán desde el puente de Vélez.

El acuífero sufrirá

Un grupo de investigadores de la Universidad ha realizado una simulación sobre los efectos que la puesta en funcionamiento de la presa de Rules tendrán sobre el acuífero de la costa, situado a 14 kilómetros del embalse. Los científicos creen que la intrusión marina será importante en la zona de Salobreña y al norte del acuífero podría haber problemas de sobreexplotación.