El informe del Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa del año 2014 es muy poco esperanzador respecto a las condiciones en las que viven los inmigrantes internados en el CIE de Aluche. Las conclusiones de dicho informe son alarmantes, ya que "apenas se han realizado progresos en relación a las condiciones materiales en este centro de internamiento" respecto a la visita que realizaron tres años antes.

En concreto, se habla de que "el aspecto y la estructura del centro es más bien típico de un ambiente carcelario, con rejas en las ventanas, en los corredores y las celdas. El ambiente seudocarcelario, además, se acentúa por el régimen restrictivo y las restricciones en los contactos permitidos con el exterior", explica el CPT en uno de sus informes previos.

Estas observaciones sobre el CIE de Aluche también se hacen extensibles al de la Zona Franca de Barcelona, en el que se habrían recibido, al igual que en el centro madrileño, "numerosas alegaciones de malos tratos perpetrados por el personal". En Madrid, la mayor parte de las quejas eran relativas a los miembros de las unidades externas que intervinieron tras unos disturbios en la madrugada del 22 de mayo de 2011.

El CPT llama la atención especialmente sobre este asunto, ya que en aquel momento solicitó al Gobierno que efectuase una investigación "inmediata e imparcial" sobre lo sucedido porque "aparte de la existencia de detalladas acusaciones procedentes de personas situadas en distintas alas y plantas del centro, las injurias, tal y como pudo comprobar el médico del centro, eran coherentes con las denuncias". "Sin embargo, al parecer no se llevó a cabo ninguna investigación", según el informe.

No sería el único caso de posibles malos tratos que detectó el CPT, que se entrevistó con una interna de Aluche que tenía moratones en un muslo, en los brazos y en las rodillas supuestamente causados por "múltiples golpes con la porra" propinados por la Policía 12 días antes, durante su detención en una estación de autobuses.

El CPT también dijo este jueves que "la devolución forzada de inmigrantes irregulares" no identificados en Melilla es contraria al Convenio Europeo de Derechos Humanos y a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y recomendó a las fuerzas del orden que los inmigrantes que entren "no sean devueltos forzosamente a Marruecos", se identifique a los que necesitan protección y se evalúe su situación. Al tiempo que criticó la masificación del centro de Melilla.