El espeleólogo español Juan Bolívar ha comparecido por primera vez ante los medios después de la tragedia vivida en Marruecos, en la que fallecieron dos de sus compañeros, Gustavo Virués y José Antonio Martínez.

Juan Bolívar, que ha tenido que interrumpir su descripción a causa de la emoción, ha explicado que sus compañeros sufrieron un accidente en el que falleció Gustavo Virués, mientras que Martínez quedó herido.

Los espeleólogos, se encontraban en la primera de tres etapas de ruta en una zona montañosa entre Marrakech y Uarzazate. "Transcurridas 12 horas caminando paramos para comer y mirar la ruta, lo llevábamos todo organizado. Los mapas nos decían que a 500 metros de desnivel encontraríamos una casacada y que habría que hacer unos 20 metros de escalada", ha explicado.

"Comenzó Gustavo el ascenso, José le daba cuerda y yo recogía las mochilas. Gustavo llegó arriba y debido al ruido de la cascada no podíamos escucharle. No sabíamos si había dejado libre la cuerda, así que José subió a media altura para hablar con él, me despisté un momento y cuando volví a mirar vi a los dos cayendo", ha relatado.

El espeleólogo ha contado, con la voz entrecortada, cómo tras comprobar que Gustavo Virués había fallecido a causa del golpe sufrido en la caída, ayudó a su otro compañero a descolgarse y le buscó refugio: "Le fabriqué un iglú con la nieve y le puse toda su ropa de abrigo y la de Gustavo. Yo me busqué otro refugio. Tras dos días de shock, se encontraba sereno. Yo me dedicaba a darle de comer y de beber".

Tras varios días atrapados. "aparecieron dos personas, que se terminaron identificando como de la gendarmería", tiraron una cuerda para iniciar la evaciación del herido desde arriba.

"Me mandaron una camilla y no bajaron a ayudarme. Me negué a ponerle yo en la camilla porque nunca había manejado una, así que bajó uno de ellos, puso a José en la camilla e hizo señas a su compañero", ha especificado Bolívar para explicar como José Martínez perdió la vida.

"Le dije: José aguanta cinco minutos que nos vamos ya a casa". Sin embargo, en el proceso de evacuación "hubo un pequeño tirón de la cuerda y la camilla fue directa a la catarata, yo no sabía que hacer. Llegó a mi lado el gendarme que también se había caido al agua y me dijo que había dejado a José con la cabeza fuera del agua. José pasó allí la noche", ha dicho Bolívar, que ha insistido en que el rescate "no fue normal".

En la rueda de prensa han participado otros miembros de la expedición que han remarcado que no son unos "excursionistas, como ha llegado a afirmar la embajada española, somos expertos espeleólogos". Además, han demandado "que estos accidentes no vuelvan a ocurrir en este país", refiriéndose a España y han recordado el accidente sufrido por otro espeleólogo español en Perú.

José Morillas, uno de los integrantes de la expedición a Marruecos en la que murieron dos compañeros, ha asegurado que habrá actuaciones judiciales para que lo ocurrido "no quede impune".

La decisión de emprender acciones judiciales está tomada por parte de la expedición y probablemente la llevaría a cabo el club Ilíberis, que desconoce si las familias de los fallecidos se sumarán a ella.

Ha reiterado su consideración de que la muerte de José Antonio Martínez, uno de los dos fallecidos, ha sido "un asesinato con negligencia del Gobierno marroquí por prepotencia".

Ha responsabilizado también al Gobierno español por "creerse" a Marruecos y "no poner los medios necesarios" y ha manifestado que las actuaciones judiciales "se llevarán a cabo porque esto no debe quedar impune".

Por su parte, Juan de Dios Pérez Villanueva, coordinador del club Ilíberis, ha considerado que en este asunto hay tres niveles de responsabilidad, el menor de los cuales correspondería a los gendarmes que intentaron rescatar a Martínez y que se emplearon "hasta el límite de sus fuerzas".

El segundo nivel de responsabilidad sería en su opinión el del mando directo de los gendarmes por destinar "solo dos personas al rescate" y por último el Gobierno de Marruecos por "no aceptar la ayuda del Gobierno español", que, en su opinión, debió haber ideado "un plan B", que pasaría por la del ofrecimiento de ayuda del grupo de socorro de espeleología que supuestamente rechazó Marruecos.

Precisamente, un miembro de este grupo ha relatado en la rueda de prensa sus intentos infructuosos por "ayudar" ante la Gendarmería marroquí, que les instó, dice, a que regresaran al hotel.