La Jefatura Superior de Policía de Aragón ha localizado en una cárcel de Chile al cabecilla de una red criminal que trababa de extorsionar por teléfono a decenas de víctimas haciéndose pasar por un secuestrador de un familiar, según han informado este jueves a EFE fuentes policiales.

Al parecer el cabecilla operaba desde una prisión de Chile, desde donde llamaba a través de un teléfono móvil, y contaba con el apoyo de otros cómplices que eran los que se encargaban de cobrar el dinero.

La Policía ha dado con esta red al investigar las llamadas efectuadas en Zaragoza, si bien contemplan la posibilidad de que pueda haber más víctimas de su extorsión en otras comunidades autónomas, según ha avanzado Heraldo de Aragón.

El grupo de atracos de la Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Aragón inició la investigación el pasado mes de febrero y, apoyado por un juzgado de Zaragoza, dio con los falsos secuestradores.

Desde Aragón, se ha solicitado una comisión rogatoria para detener a los presuntos autores de estas estafas, que pedían unos 400 euros a las víctimas. En Zaragoza, dos personas cayeron en el engaño y enviaron cerca de 400 euros cada una a través de la empresa Wester Unión, según dicho medio de comunicación.

En la provincia de Zaragoza, la Guardia Civil también ha investigado diez denuncias de llamadas de este tipo efectuadas en Ejea de los Caballeros y Calatayud, en una de las cuales la víctima hizo efectivo el pago. Se desconoce si las llamadas efectuadas a Zaragoza y las hechas en Ejea de los Caballeros y Calatayud han sido realizadas por las mismas personas, si bien todas ellas se localizan en Chile.

Precisamente, en Cataluña, donde se han registrado más de cien intentos al día, hace unos días los Mossos d'Esquadra pidieron a las víctimas potenciales de esta extorsión que no se dejen atenazar por el miedo y que lo denunciaran lo antes posible.

El pasado 3 de febrero se conoció el primer caso en Cataluña, según dichas fuentes, que explican que en ningún caso se ha llegado a pagar rescate por un secuestro que en realidad no existe.