El papa ha denunciado que los niños son las primeras víctimas de "uniones inmaduras y separaciones irresponsables" al tiempo que ha acusado directamente al "sistema" construido por los adultos que permite que haya "niños abandonados, que viven en la calle mendigando, sin acceso a la escuela o  sin derecho a médico".

"¿Qué hacemos con las solemnes declaraciones de los Derechos del hombre o los Derechos de la Infancia, si después castigamos a los niños por los errores de los adultos?", ha apostillado durante la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro.

El Pontífice ha detallado que los niños excluidos de la sociedad son la "presa" de "delincuentes que los esclavizan para tráficos indignos o mercancías, adiestrándolos para la guerra o para la violencia". Asimismo, ha denunciado que "también en los países ricos" muchos niños sufren situaciones dramáticas "a causa de la crisis de la familia, vacíos de educación y en condiciones de vida inhumanas".

"Los niños sufren las consecuencias de trabajos de los padres precarios o mal pagados, de horarios insostenibles, de trasportes ineficaces. Los niños pagan también el precio de uniones inmaduras y de separaciones irresponsables. Son las primeras víctimas", ha lamentado el pontífice durante la audiencia general de este miércoles.

Francisco ha clamado contra los padres que hacen sentir a sus hijos que son una carga. Así, ha pedido que no se descargue sobre ellos los errores de los adultos al tiempo que ha concluido que "ningún sacrificio será demasiado grande, con tal de evitar que un niño crea que él es un error, que no vale nada, que sea abandonado". "Decir que traer al mundo a un niño es un error, es algo vergonzoso", ha sentenciado el papa.

Antes miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro, ha reconocido los "sacrificios y la generosidad" de muchos padres "extraordinarios" que crían niños con graves dificultades al tiempo que ha exigido que sean ayudados por instituciones públicas y privadas porque "no deben ser dejados solos".

"Cuando se trata de niños, no se deberían escuchar las escusas típicas de la defensa legal de oficina tipo: 'Después de todo, nosotros no somos un ente benefactor', 'en el privado cada uno es libre de hacer lo que quiera', o 'lo sentimos no podemos hacer nada'", ha lamentado el Pontífice.

El obispo de Roma ha denunciado de esta manera las "infancias violadas en cuerpo y alma" pero ha precisado que "ningún niño es olvidado por Dios". "Dios no olvida sus lágrimas, como tampoco se olvida de nuestra responsabilidad, la responsabilidad de todos los adultos", ha exclamado.