El Juzgado de Violencia contra la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria estimó, tras celebrar un juicio rápido este lunes, que hay indicios de delito contra el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar y, dada su condición de aforado, decidió remitir los hechos al Tribunal Supremo. La causa se ha iniciado después de que su todavía esposa y familiares de esta hayan declarado ante la justicia que durante los años de convivencia fue sometida a malos tratos físicos y psicológicos.

Esta no es la primera vez que el exministro socialista de Justicia es acusado por violencia machista. Él mismo ha reconocido en declaraciones a Efe que en enero recibió una denuncia presentada por el hijo de la mujer, fruto de una relación anterior, que fue retirada al cabo de 24 horas, cuando ella misma negó los hechos. "Esa denuncia era completamente falsa y se acreditó, se acreditó por una testigo, por la declaración de mis hijos, que estaban en el domicilio en ese momento, y por la propia persona [en referencia a su exmujer]. Todo se incardina en el mismo contexto, de encono familiar por una persona que está en una situación de trastorno emocional muy, muy profundo", ha asegurado.

En esta ocasión, sin embargo, la mujer no sólo no se ha retractado sino que ha aportado supuestos testigos, según fuentes conocedoras del proceso. El diario La Provincia apunta, citando fuentes judiciales, que la jueza tomó declaración a seis testigos, entre ellos la supuesta víctima, dos hermanas, el hijo de otro matrimonio y varios vecinos.

Por su parte, la fiscalía de Violencia de Género de Las Palmas entiende que existen "indicios iniciales" de posibles malos tratos por parte del exministro de Justicia a su exmujer, si bien señala que compete al Tribunal Supremo valorar la investigación por ser aforado. La Fiscalía ha informado en un comunicado de que ha solicitado al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Las Palmas de Gran Canaria la elevación de la correspondiente "exposición razonada" a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

Según la nota, la Fiscalía considera que "de lo actuado se desprenden indicios iniciales de la presunta comisión de uno o varios delitos relativos a la violencia de género y en el ámbito familiar".

Los hechos comenzaron a ser investigados de oficio por la Policía, según publica El Mundo, después de producirse dos incendios en la casa de la mujer, en Las Palmas. Uno ocurrió el día 6 de marzo y el otro, el 28 de ese mismo mes. López Aguilar asegura que cuando ocurrieron esos incidentes él no se encontraba en la isla. "Es una acusación extemporánea y retroactiva, que se saca cuando la Policía interviene en un domicilio en el que ya no estoy como consecuencia de un suceso triste y peligroso para mis hijos, en el que no tengo nada que ver", manifiesta.

A raíz de esos sucesos, los agentes tomaron declaración a varios vecinos, quienes afirmaron haber escuchado discusiones y gritos entre el matrimonio. Tanto El Mundo como La Provincia coinciden en señalar que incluso relatan un episodio en el que vieron a ambos cónyuges forcejeando en el rellano de la escalera.

Familiares de la esposa de López Aguilar relataron después que este la insultaba llamándola "puta loca", "gorda" o espetándole que no servía para nada, siempre según informan ambos diarios. Entre las escenas de violencia física relatadas ante la jueza, los dos medios recogen por ejemplo la que señala que el exministro golpeó en una ocasión a la mujer con una palangana mientras esta bañaba a los niños.

El también ex secretario general de los socialistas canarios niega todos estos hechos y asegura ser víctima de acusaciones falsas como consecuencia de un proceso de divorcio "muy doloroso". "Me golpean donde más me duele", ha indicado a Efe.

Por su parte, su mujer, Natalia de la Nuez, ha afirmado en una entrevista con Vanity Fair que López Aguilar "es un pobre atormentado, me causa mucha compasión". "Digamos que teníamos una relación complicada. Pero bueno, como todos los procesos de divorcio, tienen su parte complicada, violenta y agresiva", añade.

En referencia a cómo se inició la investigación, asegura que ella ni su familia presentaron denuncia: "El sábado anterior a Semana Santa empezó a salir humo de la vivienda y vinieron los bomberos. Yo estaba sola en casa con mis hijos y, siempre que hay menores implicados, la policía elabora un informe sobre lo ocurrido preguntando a los vecinos. Se llama "pesquisas vecinales" y se pregunta, puerta por puerta, cómo es la familia, qué ha pasado, cómo es la madre, cómo son los niños…. Fue entonces cuando los vecinos comentaron sus impresiones sobre nuestra relación. La policía se quedó sorprendida cuando los vecinos empezaron a hablar de malos tratos físicos y psicológicos. Hablan de lo que han visto. Entonces la policía está obligada a ponerlo en conocimiento de el juzgado de violencia de género. Pero no hay ninguna demanda por mi parte, ni por parte de mi familia. Eso tiene que quedar claro. Y no la va a haber".

El político canario promovió como ministro de Justicia la Ley de Violencia contra la Mujer, que elevó la protección a las víctimas de esos delitos y puso en marcha toda una serie de mecanismos para concienciar a la sociedad de la lacra que representan; una ley a la que asegura tenerle "mucho respeto".