¿Son merecidos los resultados electorales del PSM?

Sí, no sólo por la aritmética, sino por la forma (hemos

¿Qué parte de culpa tiene Rafael Simancas?

La responsabilidad casi absoluta es de la dirección regional. Y él es su cabeza visible. Me indigna que se culpe a Zapatero por una decisión concreta cuando la culpa es de la Ejecutiva por la falta de democracia interna que, entre otras cosas, se ha notado en las listas impuestas a los militantes en Valdemoro, Alcobendas o Robledo de Chavela, donde hemos perdido.

¿Debería dimitir Simancas?

Tenía que haberlo hecho inmediatamente. El que rompe las copas, debe pagarlas. Seguir hasta el año próximo es una irresponsabilidad.

¿Qué importancia tiene el efecto Sebastián?

Tiene cierta importancia en la derrota en la capital. Pero es pequeña comparada con la escasa pericia de esta Ejecutiva para elegir candidatos en el resto de la región.

¿Se postula como candidato para suceder a Simancas?

En el congreso de 2004 perdimos, con un 20% de los votos, frente a una coalición de cinco familias. No nos preocupa tanto el candidato como la forma de elegirlo. Si logramos que haya democracia interna, que cuente el voto de los militantes, entonces sí seríamos alternativa. Somos ambiciosos.

¿Con qué respaldo cuenta?

Al menos con el 20% de 2004. Ahora mismo somos la minoría mayoritaria. Aspiramos a la hegemonía para cambiar las cosas y devolver el poder político a los militantes.

¿Qué deben hacer para que el PSM vuelva a gobernar?

Lo primero, apartar a los profesionales de la política y atraer a los ciudadanos. Luego, presentar a los mejores, los que elijan los militantes en primarias. Y ofrecer un proyecto social abierto, basado en la obra pública y la política social.

Tiene 44 años. Está casado y con tres hijas. Es profesor de Macroeconomía en la Universidad San Pablo-CEU.