Nigel Wilson, un británico de 42 años ha sido imputado por hacer volar un dron por encima de lugares sensibles del Reino Unido, como el Parlamento, varios estadios de fútbol y las cercanías del palacio de Buckingham, informó este miércoles Scotland Yard.

Wilson deberá presentarse el próximo 16 de abril ante la Corte de Magistrados de Westminster, en Londres, para responder sobre diecisiete cargos relacionados con el manejo de un "pequeño avión de vigilancia no tripulado", sin el permiso de la Autoridad de Aviación Civil británica (CAA, en inglés).

Una de las acusaciones contra Wilson precisa que el 27 de septiembre de 2014 comandó sin tomar suficientes precauciones un dron teledirigido que estuvo a punto de colisionar contra el Shard, el rascacielos más alto de Europa occidental, y contra el HMS Belfast, el buque de guerra amarrado junto al Puente de la Torre (Tower Bridge) de la capital británica.

Esa misma jornada, el británico manejó supuestamente el mismo aparato, sin mantener contacto visual directo con él, sobre el monumento a la reina Victoria ante el palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real, y el palacio de Westminster, sede del Parlamento.

Además, Wilson guió un dron por encima del estadio de los Emiratos, del club Arsenal, durante un partido con el Tottenham Hotspur al que asistieron unas 60.000 personas, y sobre el estadio de Anfield, en Liverpool (norte de Inglaterra), durante un encuentro con 45.000 espectadores, entre otros espectáculos deportivos.

Desde 2009, la legislación británica obliga a pedir un permiso para manejar drones a menos de 150 metros de cualquier área de población densa o cualquier acto que reúna a más de mil personas.

También está prohibido que esos aparatos teledirigidos se acerquen a menos de 50 metros de cualquier barco, vehículo o estructura que no esté bajo el control de la misma persona que maneja la aeronave.

Además, el operador del dron debe mantener siempre contacto visual directo con el aparato para evitar colisiones con otros aviones, personas o estructuras.

La Autoridad de Aviación Civil británica señaló que incluso un pequeño dron, con un peso aproximado de siete kilogramos, puede causar daños o heridos si cae desde cierta altura.