El decano del Icav cree que a los políticos les interesa "bastante poco" la justicia y la ven como un "mal necesario"

Afirma que los políticos "no le dan la suficiente importancia a los derechos de la ciudadanía y a una administración de justicia eficiente"
Rafael Bonamtí, durante la entrevista
Rafael Bonamtí, durante la entrevista
EUROPA PRESS
Rafael Bonamtí, durante la entrevista

El nuevo decano del Ilustre Colegio de Abogados de Valencia (Icav), Rafael Bonmatí, ha sido muy crítico con la actuación de "todos" los políticos hacia la administración de justicia, "independientemente de su color", y ha pedido soluciones y más financiación. A su juicio, la justicia es para los políticos "un mal necesario" que les interesa "bastante poco".

Bonmatí, quien tomó posesión de su cargo el pasado mes de febrero tras afrontar varias etapas en el Icav como diputado de la Junta de Gobierno o vicedecano, ha sido así de tajante en una entrevista concedida a Europa Press.

El nuevo decano del Icav ha lamentado que en la actualidad existe un "problema", y es que los políticos, "todos, los anteriores y los nuevos" —ha especificado—, no le dan la "suficiente importancia" a los derechos de la ciudadanía y a conseguir que la administración de justicia sea eficiente.

Al respecto, ha recordado que la justicia es un servicio público básico que "tiene que estar dotada igual de bien que la sanidad y la educación". Sin embargo, a los políticos —ha agregado— "les interesa bastante poco" la justicia, y "a sus presupuestos me remito", ha apostillado.

"Lo tienes en Cataluña, Andalucía, Madrid o Valencia... Da igual el color político. La dotación de medios personales y materiales en materia de justicia funciona muy mal en Valencia, Cataluña o en Murcia", ha insistido. "Es un mal generalizado y existe falta de voluntad política para resolver esta situación", ha reiterado.

En su opinión, la justicia "está todavía en la primera mitad del siglo XX", ya que "está con el papel, el cuño de goma, la presentación de las cosas por escrito o con las notificaciones por correo ordinario. Y todo esto no tiene sentido", ha sentenciado.

Sin embargo, ha puesto como ejemplo que con la administración tributaria "va todo con firmas digitales y con medios electrónicos". Así, considera que "cuando quieren —los políticos— sí que lo hacen". La conclusión es, a su entender, que los que están en el poder "no tienen interés en mejorar las condiciones de acceso a la justicia por parte de los ciudadanos".

Bonmatí ha lamentado en este sentido que los políticos "no sean sensibles a los problemas por lo que atraviesa la justicia", y ha reiterado que para ellos "la justicia es un mal necesario y una parte residual de la administración".

Ante esta situación, opina que deberían unirse todos los operadores jurídicos y "con una voz común" reivindicar para que "de una vez por todas" se modernice la administración. "No solo es un problema legislativo, que también. Sino sobretodo de voluntad presupuestaria", ha añadido.

El "problema" de esta unión es que "te pueden tachar de que haces política", y "hay ciertos colectivos que pueden ser más reticentes a meterse en este tipo de cosas, sobretodo la parte funcionarial. La abogacía es libre y no debe nada a nadie, pero no todos los sectores funcionan igual", ha aseverado.

Injerencias en justicia

Preguntado por las injerencias de la política en la justicia, y por las críticas vertidas contra personas que han desempeñado cargos políticos y que luego ejercen de magistrados, como es el caso de Fernando de Rosa, ha señalado que él personalmente cree en la "independencia" y en la "imparcialidad judicial".

Así, ha indicado: "Todos tenemos nuestra ideología y quiero pensar que cuando están en el ejercicio de su función, se dejan llevar por el derecho y no por el sentimiento. Y en esos órganos pluripersonales, —la Audiencia de Valencia— el potencial peligro está más diluido".

Bonmatí ha señalado que "lo que tampoco puede ser es que la política te inhabilite para otras cosas, porque al final solo se conseguirán políticos profesionales, que es lo peor que puede haber". "Cuando haya incompatibilidad clara y manifiesta, el profesional debe abstenerse. Pero si no la hay, debemos partir del principio de que la gente es honorable e independiente".

Respecto a los objetivos que tiene para sus cuatro años de mandato, el decano ha afirmado que tiene un programa "absolutamente realista" con "nada de promesas que no se puedan cumplir". Se ha marcado como objetivos "transparencia absoluta, información al colegiado y bajada de cuotas de al menos un 10 por ciento". "La idea —ha añadido— es administrar esto con sentido común, como si fuera dinero propio y ajustando el gasto del Colegio a los tiempos que corren y a la crisis".

Ha calificado su programa de "novedoso" y ha reiterado que la idea "es un conseguir un Colegio útil y que el Colegiado vea el retorno de la cuota", ha puntualizado.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento