Cómo tratar con un jefe complicado

Saber tratar con quien dicta la órdenes en el trabajo puede evitarnos muchos problemas innecesarios.
Las excentricidades de un jefe pueden provocar más de un disgusto.
Las excentricidades de un jefe pueden provocar más de un disgusto.
Las excentricidades de un jefe pueden provocar más de un disgusto.

¿Quién no tiene o ha tenido un jefe complicado? Y si has sido afortunado hasta el momento, nadie te asegura lo que te deparará el futuro.

Hay quien piensa que los jefes son una especie aparte. Si compartes esta opinión no te vendrá mal estudiarlos y saber cómo relacionarte con ellos, para evitarte dificultades.

Algunos consejos

Maneras: Imita a tu jefe en su forma de actuar. Si trabajas como él, es más probable que confíe en ti y te haga la vida más fácil.

Actitud general: No te pongas a la defensiva si te amonesta por cualquier cosa. Si reconoces tu fallo evitarás que pueda guardar animosidad contra ti.

Tono afirmativo: Haz tus sugerencias en positivo. "Creo que estaría bien hacer esto" es una fórmula que no ofende y con la que es fácil estar de acuerdo.

Si preguntas: "¿No le parece que es esto lo que tenemos que hacer?", es común que el jefe rechace la propuesta para indicarte que es él quien decide.

Rectificaciones: A los que mandan no les gusta que les digan que se equivocan. Pero no siempre se puede mantener la boca cerrada.

Plantéale una pregunta indirecta que le haga darse cuenta del error sin que tú se lo digas.

No le fuerces a hablar: Si le insistes para que tome una decisión sobre cualquier cosa, lo hará al azar para no tener que volver a oírte. Si te contesta con evasivas, es obvio que hay un problema.

No le ignores: Es un grave error saltarse al jefe y decidir algo sin contar con su opinión, para ahorrar tiempo o esfuerzo. Lo personal afectará a lo profesional y crearás más problemas y retrasos de los que resuelvas.

Elogios, los justos

La vanidad es uno de los resortes más importantes del ser humano, pero la adulación no surte tan buenos efectos como imaginamos.

Alabar al jefe no siempre es sabio, pues muchas personas desprecian a la gente servil.

Cuando hables con él, intenta evitar los adjetivos y los adverbios laudatorios. Cíñete a los datos y a los hechos. En lugar de "Su idea era estupenda", es más sensato decir "Su idea ha resultado eficaz".

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