El Gobierno y las FARC dan un paso decisivo hacia la paz con un acuerdo de desminado de tierras

  • Las partes han anunciado un acuerdo para la limpieza y descontaminación de territorios con presencia de minas antipersona u otros artefactos explosivos.
  • El desminado se llevará a cabo de manera conjunta entre la Fuerza Pública y la guerrilla, y empezarán por los territorios de "mayor riesgo".
  • El Gobierno colombiano y las FARC cerraron el 33º ciclo de diálogos de paz y acordaron reanudar las conversaciones el próximo 17 de marzo.
  • El acuerdo ha contado con la presencia inédita de altos mandos del Ejército y suma apoyos internacionales.
El garante cubano Rodolfo Benítez (c-d), acompañado del también garante, el noruego Dag Halvor Nylander (c-i), del exvicepresidente de Colombia Humberto de la Calle (i) y del comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez (d), lee un documento en La Habana (Cuba).
El garante cubano Rodolfo Benítez (c-d), acompañado del también garante, el noruego Dag Halvor Nylander (c-i), del exvicepresidente de Colombia Humberto de la Calle (i) y del comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez (d), lee un documento en La Habana (Cuba).
EFE
El garante cubano Rodolfo Benítez (c-d), acompañado del también garante, el noruego Dag Halvor Nylander (c-i), del exvicepresidente de Colombia Humberto de la Calle (i) y del comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Iván Márquez (d), lee un documento en La Habana (Cuba).

El Gobierno colombiano y las FARC han dado este domingo un paso sustancial hacia el fin del conflicto con el acuerdo de desminado de tierras en un momento decisivo del proceso de paz, que suma apoyos internacionales y que ha contado con la presencia inédita de altos mandos del Ejército para abordar un alto el fuego.

En este clima, las partes anunciaron un acuerdo para la limpieza y descontaminación de territorios con presencia de "minas antipersona, artefactos explosivos improvisados, municiones sin explotar y restos explosivos de guerra", en un comunicado conjunto leído por representantes de los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega.

El desminado se llevará a cabo de manera conjunta entre la Fuerza Pública y la guerrilla, con la coordinación de la organización Ayuda Popular Noruega (APN) y empezarán a trabajar en los territorios de "mayor riesgo", aunque todavía no han determinado cuáles.

Se estima que más de la mitad de los municipios de Colombia tiene campos con minas, artefactos que han causado más de 11.000 víctimas entre muertos y heridos en el país, el tercero del mundo más afectado por este problema tras Afganistán y Camboya.

"Nuestro objetivo principal con estas conversaciones es poner fin al conflicto evitando así víctimas futuras, por eso la propuesta de desminado en un primer paso, pero un paso de gigante hacia la paz", señaló el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle para quien el proceso fluye "en la dirección correcta".

Batallón de Desminado

De la Calle explicó que en las tareas de limpieza participarán miembros de las FARC "sin uniforme, sin armas y previa suspensión temporal de las órdenes de captura", para brindar información requerida y facilitar las tareas.

El Batallón de Desminado del Ejército (BIDES) se encargará de la limpieza de tierras, bajo la coordinación de Noruega y en contacto permanente con las comunidades locales.

"Iván Márquez", jefe negociador y 'número dos' de la guerrilla, indicó que el acuerdo de desminado busca "eliminar los riesgos para la integridad física de la gente humilde que labora la tierra y los combatientes mismos, que con este gesto avanzan en el desescalamiento del conflicto".

Las partes cerraron este domingo el 33º ciclo de diálogos de paz y acordaron reanudar las conversaciones el próximo 17 de marzo, en una ronda en la que recibirán a expertos en desminado de la APN para iniciar cuanto antes estos trabajos.

Los dos líderes de las delegaciones de paz también se refirieron en sendas declaraciones a la presencia insólita y crucial en este ciclo de altos mandos de la Fuerza Pública, en un histórico cara a cara con la guerrilla para abordar el cese el fuego bilateral y definitivo.

Subcomisión técnica

Cuatro generales y un almirante aterrizaron en La Habana esta semana para estudiar con la insurgencia esa posibilidad en una subcomisión técnica, que trabaja en paralelo a la mesa de negociación, por lo que no tiene capacidad decisoria, pero sí consultiva.

"La subcomisión (...) ha comenzado a andar a buen ritmo, concitando franca aproximación y confianza entre combatientes, provenientes de sectores humildes de la patria. Era necesario que los hijos del pueblo llano nos reconociéramos para buscarle salidas a esta guerra impuesta desde las cimas del poder", subrayó "Márquez", alias de Luciano Arango Marín.

Su contraparte en las negociaciones de paz, De la Calle se refirió la "importante connotación histórica" que significa la participación "tan decidida" de altos mandos de la Fuerza Pública.

"Agradecemos su grandeza haciendo parte de este esfuerzo por conseguir la paz. (...) Este escenario inédito de nuestra historia los enaltece", reiteró.

Se trata de los generales del Ejército, Martín Fernando Nieto y Alfonso Rojas Tirado; el general del Aire Oswaldo Rivera; el contraalmirante de la Armada Nacional Orlando Romero, y el general de la Policía Nacional Álvaro Pico; encabezados por el general Javier Flórez, quien ya había viajado a La Habana.

Esa subcomisión se creó en agosto con representantes de ambas partes para diseñar propuestas sobre asuntos tan delicados como el fin de las hostilidades, la entrega de las armas, la desmovilización de la guerrilla y su tránsito a la vida civil.

Con la adhesión de altos mandos militares con amplia experiencia sobre el terreno, la subcomisión queda reforzada y se reunirá a partir de ahora los tres últimos días de cada ciclo, mientras la mesa de negociación trabaja para cerrar el punto de la reparación de las víctimas.

Otro hecho significativo de esta tanda de conversaciones fue la visita del enviado especial de Estados Unidos, Bernard Aronson, quien viajó a Cuba en secreto a La Habana el pasado fin de semana para reunirse por separado con las dos delegaciones bajo condiciones de estricta confidencialidad.

Nada ha trascendido del contenido de esas conversaciones, que según las FARC fueron "francas, útiles y productivas". El nombramiento de Aronson como enviado de EE UU supone un fuerte espaldarazo a las negociaciones con la guerrilla, que cada vez suman más avales internacionales, como el del exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, quien también estuvo presente en el ciclo de diálogos de paz.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento