La 'belleza salvaje' de Alexander McQueen engalana Londres a los cinco años de su muerte

  • Una exposición con pretensión de antología completa recorre todas las creaciones del último genio inglés de la moda, suicida a los 40 años tras una depresión.
  • 'Belleza salvaje', en el Victoria & Alberto de la capital inglesa, muestra la obra, de 1992 a 2010, del 'enfant terrible' que usó el 'gore', el fetichismo y lo gótico.
  • La muestra, que ya ha vendido casi 50.000 entradas por anticipado, ha sido ampliada en cinco semanas y 50.000 tiques más por la imparable demanda.
  • Admirado y acusado de misoginia, el prematuramente muerto diseñador afirmaba que lo suyo no era "agresividad", sino romanticismo "de una mente oscura".
Vestido de plumas de pato 'El cuerno de la abundancia', diseñado por Alexander McQueen para la temporada otoño-invierno de 2009-2010
Vestido de plumas de pato 'El cuerno de la abundancia', diseñado por Alexander McQueen para la temporada otoño-invierno de 2009-2010
Image: firstVIEW - 'Alexander McQueen: Savage Beauty', in partnership with Swarovski, supported by American Express, with thanks to M-C-A Cosmetics and made possible with the co-operation of Alexander McQueen, runs from 14 March - 2 August 1015 - www.vam.
Vestido de plumas de pato 'El cuerno de la abundancia', diseñado por Alexander McQueen para la temporada otoño-invierno de 2009-2010

"Cuando esté muerto el mundo sabrá que el siglo XXI empezó por Alexander McQueen". "Quiero que la gente tenga miedo de las mujeres a las que visto". "Dadme tiempo e iniciaré una revolución". "Hay algo siniestro y biográfico en lo que hago (...) Hay tristeza, pero hay romance en la tristeza". "Encuentro belleza en lo grotesco, como cualquier artista". "Salí del vientre de mi madre directo al desfile del Orgullo Gay".

Las frases, casi siempre emblemas enunciados con la seguridad de que darían pie a buenos titulares desde el punto de vista del escándalo del que tanto gustan de alimentarse los tabloides británicos, fueron pronunciadas por Alexander McQueen, quizá el último enfant terrible de la moda y con seguridad el único diseñador inglés que ejerció el oficio con integridad, afán de sorpresa y la suficiente locura como para bordear lo genial. A los cinco años de su muerte prematura y suicida —en febrero de 2010, con 40 años de edad, tras atiborrarse primero de somníferos, alcohol, cocaína y tranquilizantes, escribir una nota de despedida escueta: "Por favor, cuidad de mis perros" y finalmente ahorcarse—, una gran exposición con afán de antología integral y póstuma trae de vuelta al polémico diseñador inglés.

El tirón de siempre

Primera constatación: McQueen tiene el mismo tirón de siempre entre sus compatriotas, pese a que fue un ardiente crítico de la "insularidad" que campa en el Reino Unido. Los organizadores de la muestra, titulada con acierto Savage Beauty (Belleza salvaje), el Museo Victoria y Alberto de Londres (V&A), quizá el centro dedicado a las artes aplicadas más importante del mundo, se han visto desbordados en sus previsiones iniciales. Ya han despachado casi 50.000 entradas anticipadas (desde 17,5 libras esterlinas, unos 24 euros) y han tenido que ampliar en cinco semanas las fechas previstas inicialmente para atendar una demanda de una cantidad similar de tiques. La exposición, que será inaugurada el 14 marzo, estará ahora en cartel hasta el 2 de agosto.

La retrospectiva, la primera dedicada a la obra de McQueen, mostrará todo el "visionario cuerpo de trabajo" del diseñador entre 1992, cuando se graduó en el Central Saint Martins College of Art and Design y presentó como trabajo final una colección que ya proponía un tenebroso romanticismo, hasta el desfile que preparaba cuando se suicidó, una colección de otoño invierno de 16 piezas que estaba programada para la Paris Fashion Week, y para el que había jugado con una terrible performance: aparecer en una urna de cristal y pegarse un tiro en directo, "para que sus sesos se deslizaran por el cristal" ante el público, según reveló el biógrafo del diseñador.

"Romanticismo de una mente oscura"

Entre uno y otro punto, Savage Beauty recorrerá en diez tramos la corta pero aplaudida carrera de un creador que introdujo en sus colecciones el gore, el fetichismo, la crueldad, la belleza gótica y un cierto componente misógino que le valió alguna feroz crítica. Hijo de un taxista y una profesora de Sociales, abiertamente homosexual, amigo del exceso y tendente a la melancolía, McQueen se defendía de sus arrebatos aduciendo que lo suyo no era "agresividad", sino el romanticismo "de una mente oscura". Al morir, pocos días después del fallecimiento de su madre, a la que idolatraba, sufría de un síndrome ansioso depresivo.

Pese a la estridencia y radicalismo de sus diseños, a sus salidas de tono y a la discutible actitud de desentendimiento que mantuvo cuando su descubridora, la editora Isabella Blow, se suicidó en 2007 tras una depresión, McQueen fue aclamado, alcanzó la gloria, dejó al morir una fortuna no demasiado amplia pero en crecimiento —18 millones de euros, que fue repartida en buena parte, según el testamento, entre organizaciones benéficas y de ayuda a enfermos de sida— y vistió a, entre otros vips, a Lady Gaga, Björk, Nicole Kidman, Penélope Cruz, Sarah Jessica Parker, David Bowie y Rihanna y, cuando empezó como sastre de caballeros en varios establecimientos de Saville Road, a Mijaíl Gorbachov y el Príncipe Carlos.

La humanidad viviendo bajo el agua

En la decena de secciones de la exposición, cofinanciada por el grupo de joyería y complementos Swarosvski, se mostrarán todas las colecciones que firmó McQueen. Entre lo más espectacular aparece la recreación de Pepper's Ghost, la escena final del desfile de inspiración escocesa de la colección The Widows of Culloden (otoño-invierno, 2006-2007), con Kate Moss en forma de aparición espectral, y la última colección presentada en vida por el diseñador, Plato's Atlantis (primavera-verano, 2010), de narrativa futurista, mostrando un mundo donde el calentamiento global ha obligado a la humanidad a vivir bajo el agua.

Una sección entera es un "gabinete de curiosidades" con más de un centenar de accesorios creados por McQueen. El V&A no ha desaprovechado la oportunidad de reeditar algunas piezas icónicas, como el bolso De Manta de la colección Reptilia o las botas Armadillo, que se pueden comprar en la tienda del museo.

La pinacoteca informa que ha recibido solicitudes de compra de entradas anticipadas de 57 países, incluyendo Australia, Líbano, Brasil, Kenia, Panamá e Indonesia. Tras el Reino Unido, el mayor número de tiques han ido a los EE UU, Irlanda y Alemania.

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