Madrid retiró de los comercios de la región 222.948 productos peligrosos en 2014

  • Supone un aumento del 122% respecto a 2013, cuando se retiraron del mercado 100.132 unidades.
  • En esta espectacular subida tiene gran parte de culpa la operación 'Black Toys', de la que proceden 113.061 de las unidades retiradas.
  • El mayor número de productos apartados del mercado fueron juguetes (25,3%), seguidos de pequeños electrodomésticos (8,5%) y material eléctrico (3,55%).
  • La mayoría de los decomisos se han realizado en el polígono de Cobo Calleja, en la localidad de Fuenlabrada.
Juguetes incautados en la operación "Black Toys" llevada a cabo en Madrid por fuerzas policiales y de la Administración en Madrid, en diciembre de 2014. Los artículos entrañaban un riesgo para la salud de los menores que jugaran con ellos.
Juguetes incautados en la operación "Black Toys" llevada a cabo en Madrid por fuerzas policiales y de la Administración en Madrid, en diciembre de 2014. Los artículos entrañaban un riesgo para la salud de los menores que jugaran con ellos.
POLICÍA NACIONAL
Juguetes incautados en la operación "Black Toys" llevada a cabo en Madrid por fuerzas policiales y de la Administración en Madrid, en diciembre de 2014. Los artículos entrañaban un riesgo para la salud de los menores que jugaran con ellos.

Comprar un simple oso de peluche para su hijo puede convertirse en una decisión más compleja de lo que parece. Los defectos de fabricación que presentan muchos artículos suponen un riesgo para la salud y la seguridad de los consumidores. Por este motivo, la Comunidad de Madrid ha retirado de los comercios madrileños en 2014 un total de 222.948 productos por considerarlos peligrosos (120.000 ya han sido destruidos), según datos de la Consejería de Economía y Hacienda. Esta cifra supone un aumento del 122% respecto a 2013, cuando se retiraron del mercado 100.132 unidades. En esta espectacular subida tiene gran parte de culpa la operación Black Toys llevada a cabo el pasado mes de diciembre, de la que proceden 113.061 de las unidades retiradas.

El mayor número de productos apartados del mercado fueron juguetes (25,3%), seguidos de pequeños electrodomésticos (8,5%), material eléctrico (3,55%), vestimenta infantil (2,1%) y artículos de puericultura (1,2%). El resto corresponde a otros productos. "La mayor parte de los productos son retirados porque contienen elementos que pueden producir asfixia o descargas eléctricas. En menor medida son retirados por la probabilidad de producir accidentes por calentamiento y lesiones leves", explican desde Economía y Hacienda.

En concreto, han sido retirados de las tiendas desde diferentes marcas de bikinis para niña, por riesgo de estrangulamiento debido a que los cordones tenían una longitud inadecuada, hasta secadores de pelo, calefactores, cargadores de móviles, convertidores de corriente o adaptadores universales por el riesgo de sufrir descargas eléctricas. Entre los artículos más peligrosos para los niños están peluches, muñecas, juegos compuestos de varios elementos o ropa infantil, ya que se trata de artículos susceptibles de generar pequeñas piezas que pueden provocar asfixia debido a su ingestión. Otros productos retirados que potencialmente pueden provocar lesiones como consecuencia de golpes inesperados debido a algún defecto de fabricación son máquinas para cortar el césped, bicicletas plegables o correpasillos. También se han apartado unidades por peligro de intoxicación, como el caso de un fregasuelos con aspecto de botella de agua.

Los decomisos se han realizado fundamentalmente en establecimientos situados en la zona sur, principalmente en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada, donde van a comprar la mayoría de los bazares de origen chino repartidos por la región. También se han incautado miles de productos en las localidades de Pinto y Valdemoro.

Estas actuaciones han sido consecuencia de las 129 notificaciones de alerta sobre productos realizadas por la Comunidad de Madrid, lo que supone el 22% del total nacional. "La detección de productos con riesgo tiene su origen en las inspecciones de oficio que efectúa la administración y en las comunicaciones que realizan los productores y distribuidores, que están obligados por ley a comunicar a Consumo los fallos que detectan en sus artículos y subsanarlos", aseguran desde Economía. "Todo producto retirado debe ser destruido", recalcan.

"Más campañas y más inspectores"

Desde la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) califican este tipo de iniciativas como "muy positivas" para el consumidor, aunque opinan que hacen falta "más campañas y más inspectores": "La Comunidad de Madrid no tiene un cuerpo suficiente de inspectores para atender a las necesidades de la región con más actividad económica de España. Deberían realizar más campañas y aumentar el número de inspectores". La CECU también reclama un mayor control sobre la mercancía que entra en nuestro país: "La mayoría de estos objetos proceden de China y entran clandestinamente en España por los puertos sin haber pasado los controles de la Unión Europea".

Para este 2015, la Comunidad de Madrid tiene previsto realizar 26 campañas de inspección de productos, bienes y servicios con un programa que incluye un total de 26 campañas de inspección, una más de las realizadas en 2014, de las cuales 19 serán regionales, cinco nacionales y dos europeas.

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