Anfac ya trabaja con el Gobierno para lanzar el PIVE 8

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) está trabajando en la actualidad con el Gobierno para la puesta en funcionamiento de la octava edición del Plan PIVE, de impulso a la compra de automóviles nuevos, a cambio de achatarrar un vehículo antiguo.
Francisco Pérez Botello
Francisco Pérez Botello
VOLKSWAGEN-AUDI ESPAÑA
Francisco Pérez Botello

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) está trabajando en la actualidad con el Gobierno para la puesta en funcionamiento de la octava edición del Plan PIVE, de impulso a la compra de automóviles nuevos, a cambio de achatarrar un vehículo antiguo.

Así lo indicó, en declaraciones a Europa Press, el presidente de Volkswagen-Audi España, Francisco Pérez Botello, que puso de manifiesto la importancia de mantener este tipo de medidas hasta que el mercado automovilístico español alcance un volumen de crucero de entre 1,1 y 1,2 millones de unidades.

Pérez Botello mostró un inquietud por la posibilidad de que el Gobierno no mantenga esta iniciativa, lo que, en su opinión, provocaría una ralentización de las ventas de coches en España en el entorno del 25 por ciento y sería una señal muy negativa, tanto a nivel interno de España como para las casas matrices de los fabricantes de automóviles.

Por ello, defendió la posibilidad de que el Ejecutivo, en el momento en el que decida que este programa debe terminarse, lleve a cabo un PIVE de salida y de transición, que permitiera evitar la caída de ventas y que lograra un "aterrizaje" suave, a lo que se unirá la recuperación económica.

En este sentido, apuntó que este plan de salida debería mantener las condiciones de elegibilidad de la sexta edición, en la que no se exigiera un período mínimo de propiedad del vehículo a achatarrar ni que tenga la ITV en vigor, aunque podría incluir un posible rebaja de la cuantía de las ayudas, tanto de las marcas como del Gobierno.

El directivo de Volkswagen-Audi España destacó que existe una preocupación dentro del Gobierno por el aumento de las importaciones de automóviles, lo que supone una lectura "muy reducida" de los datos, ya que la balanza comercial del automóvil cerró 2014 con un superávit de 16.000 millones.

Así, defendió la continuidad del PIVE, como un plan que se mantiene por sí mismo, y que sirve de apoyo a un sector "tractor" de la actividad económica, como lo demuestra que los concesionarios de automóviles en España estén creando puestos de trabajo.

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