Las personas que padecen "incontinencia urinaria" sufren en silencio esta dolencia, viendo mermada su calidad de vida, ocultando su secreto y conformándose con la utilización de compresas como único alivio, según publica El País .

Los médicos han descuidado bastante la pérdidas urinarias de sus pacientes, a pesar de que esta reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los siete problemas que requiere mayor atención.

Son más de 50 millones de personas las que padecen la "incontinencia urinaria" en todo el mundo. Pero los esfuerzos de los urólogos por encontrar la terapia perfecta que ayude a resolver el problema está dando sus frutos.

Una alternativa a los incómodos pañales

En los últimos quince años han surgido terapias eficaces que podrían hacer caer en el olvido a los incómodos pañales. La primera de ellas es el Slim suburetral que consiste en la colocación de una malla de polipropileno, es una intervención rápida y sencilla y no requiere de anestesia general.

Desbanca a la operación de Burch, ya que la eficacia de esta última decrece con el tiempo en mayor medida. En ambos casos logran tasas de curación de entre el 80% y el 90%.

La operación de Burch consiste en la colocación de unas suturas permanentes en la pared vaginal anterior a nivel del cuello vesical y del ligamento de Cooper's.

Los sling son la mejor opción para la forma de incontinencia más común: el esfuerzo (pérdida de orina que se producen por actividad física o un esfuerzo, como toser, reír o estornudar).

Sin pasar por quirófano

A pesar de la eficacia de estas intervenciones se recomienda buscar otro tipo de soluciones antes de pasar por quirófano.

Las nuevas terapias que se están estudiando son con células madre y con la toxina botulínica que tanto les gusta a las famosas para no tener arrugas, el botox.Con respecto a la primera, EE.UU., Austria y España están ensayando esta terapia con diferentes técnicas. En España, el ensayo incluye quince pacientes, la inyección se realiza en el esfínter.

Consiste en hacer una biopsia, coger un trozo de tejido muscular, aislar y expandir en un cultivo la muestra y después inyectarla con agujas de 8 o 10 mm.

En EE.UU. las pacientes que ya han probado esta técnica aseguraron tener mayor control de la vejiga y una mejoría de su calidad de vida, sin haber experimentado ningún efecto secundario.

En el caso del botox se inyectan entre 200 o 300 unidades de esta sustancia, con anestesia local, en el músculo de la vejiga con una vía endoscópica. No requiere hospitalización y el efecto dura meses.

Ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos

La rehabilitación del suelo pélvico, un tipo de fisioterapia que incluye las técnicas para el entrenamiento de la vejiga o los ejercicios de kegel destinados a fortalecer los músculos cercanos a la uretra.

Para este tipo de ejercicios puede utilizarse la estimulación eléctrica, cuyo fin es provocar una contracción pasiva de las fibras musculares del suelo pélvico.

Biofeedback, a través de unos parches que se colocan sobre los músculos y que están unidos por un alambre que se conecta a una pantalla de televisión, se ayuda a que el paciente con el apoyo de un terapeuta sepa exactamente cuando se están ejercitando los músculos apropiados.

Terapia de Continencia Ajustable, consiste en la introducción de balones a la salida de la vejiga que, al hincharse, aumentan de tamaño y comprimen la uretra impidiendo el escape de la orina. Investigadores estadounidenses afirman que sobre esta terapia no hay datos suficientes que avalen su valía.