¿Son un test de las generales?

Las elecciones municipales no permiten extrapolar los resultados de las siguientes generales.

Un tema de debate muy frecuente, bastante discutido en los cenáculos políticos y en los medios, es si las elecciones locales del 27 de mayo anunciarán por adelantado los resultados de las generales que deben efectuarse a más tardar en el primer trimestre del año que viene. En realidad la pregunta se hizo ya en las municipales de 1995, de 1999 y de 2003. Para responder hay que tener primero en cuenta un dato: la participación. Y ya se ha explicado en esta serie que la masa de electores que se moviliza en unas locales dista significativamente de la que se mueve en unas generales. En las pasadas locales de 2003 votaron casi 3 millones menos de electores que en las generales de 2004, en las locales de 1999 votaron casi 2 millones menos que en las generales de 2000.

Resultados dispares

Es evidente que esas importantes diferencias de votantes entre un tipo de elección y otro han tenido su efecto sobre los resultados. En las locales de 2003 el PSOE superó al PP en 123.000 votos, diferencia insignificante, mientras que en las generales de 2004 la diferencia fue diez veces mayor, el PSOE obtuvo 1.263.000 votos más que el PP, distancia relacionada directamente con el aumento de votantes. Si recordamos los resultados electorales precedentes, limitándonos a los dos grandes partidos en competición, PSOE y PP, los datos en porcentaje de voto han sido muy dispares.

No admite extrapolación

Como se puede observar en la tabla, durante la última década en ninguna ocasión las elecciones municipales han permitido extrapolar a partir de sus resultados los resultados en las generales que se han celebrado menos de un año más tarde. Si bien es cierto que en 1995 las locales situaron por primera vez al PP nada menos que 4,5 puntos por delante del PSOE (si se exceptúan las europeas de 1994), en las generales de 1996 el resultado arrojó una distancia mínima a favor del PP (1,2 puntos)

Las locales de 1999 concluyeron con un empate técnico ligeramente favorable al PP (una décima) y menos de un año después, en las generales de 2000, el PP arrasó con mayoría absoluta en escaños y más de 10 puntos de ventaja. Por último, en las anteriores municipales de 2003 se volvió a otro empate técnico (0,5 puntos de diferencia) con muy ligera ventaja esta vez a favor del PSOE, que en las generales de 2004 ganó rotundamente pero sin mayoría absoluta superando al PP en casi 5 puntos.

Especulaciones

En definitiva, estos datos muestran que las especulaciones sobre unos hipotéticos resultados en las próximas generales apoyándose en los resultados de las municipales del 27 de mayo serán muy carentes de fundamento, y sólo pueden amenizar frívolas tertulias. Si bien es cierto que la candidatura que ha obtenido una ligera ventaja en las locales ha ganado las siguientes generales (caso de 1999-2000 y 2003-2004), también es cierto que después de un gran triunfo electoral en locales puede ocurrir que en las generales siguientes la candidatura derrotada experimente una importante recuperación (caso de 1995-1996). Sería por lo tanto aconsejable que los comentaristas tuvieran en cuenta las notables diferencias entre ambos tipos de elección, no sólo por la participación sino por otros muchos factores.

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